Capítulo 19 "Que Comience Los Juegos Del Hambre"

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Estúpidos mosquitos, caminé hasta mi carpa —que estaba acompañada con otras carpas —, suspire cansada y entré a buscar mi ropa. Theo pensó que me destruiría con ése reto, reí y salí chocando con un idiota... Mejor conocido, Theodore Lawley.

Tenía la mirada fija en mí, seguía con una cerveza en mano, pude notar que tenía una converse roja tatuado en su brazo. Nadie habló, así que recojo mis pertenencias que anteriormente había caído y seguí con mi camino, ¿cuándo será que puedo andar en paz? Y para mi colmo, tengo dos clases con con él, yo y mi estúpida maña de tomar clases avanzadas. Después de ducharme con agua limpia, regresé a mi carpa, y como el destino me ama... La carpa vecina es del gran rubio idiota.

—¡Hasta en la sopa! –lancé mis cosas dentro de la carpa y lo miré.

—El destino nos quiere juntos pelirroja –dijo en tono burlón.

¡No! Pasa que el destino me odia, ¿qué hice para merecer esto? No es mi culpa que haya robado el chocolate de la maestra Smith cuando tenía cinco años.

—No honey... El destino me odia.

—Qué va... Si te odiara, simplemente no estaría aquí –reímos –Ya es de noche, creo que darán malvaviscos...

—Toma.. –Jazz me dio una bandejita con comida –Bon appetti bambina.

—Acabas de mezclar francés con italiano –me burle –¿Quieres? –le ofrezco unas papas.

Así transcurrió la noche, Morrinson nos notificó que mañana será un día duro, teníamos que formar grupo. Jazz, Taylor, Jack, Molly, Sam, Austin, Camile, Dereck, Lucas, Marcus y yo. Sip, ese es mi grupo, obligué a Marcus estar en mi grupo ya que el muy idipta quería estar con el grupo de las perras; Bethany, Amanda, Tracy, Reyna, Angie y Audrey. Las que se creen barbies.

Camine nuevamente a mi carpa y vaya que odio el destino... La otra carpa vecina del mayor idiota de Theodore Lawley, vaya mierda; Jc y el idiota entraron a su respectivas carpas, mientras yo me quedé con las chicas —incluyendo a Austin y Camile —bromeando.

—Sigo diciendo que las zorras... Tengo una idea –sonríe malévola Camile –Vamos hacerles un pequeña broma...

—Me anoto –dice las chicas.

—¡No no y no! Vayan a dormir... –éste entró a su carpa y se encerró.

—Sigues siendo un gran idiota –cerré con un candado y reí –Como seguías diciendo...

¡Gritaré como un loco para que las atrapen!.

—Nonono... Si lo haces, lo lamentarás –sonrío me siento junto a Camile y Tay.

—Todas esas zorras están en una misma cabaña, aquí hay muchos chicos guapos que han pasado por sus agujeros negro, mejor conocido vagina –reímos –Tomaremos sus ropas interior, condones de quien sea y con esto terminaremos.

—Pff... Eso le falta, colgaré un globo con miel –ríe Molly –No pregunten donde sacaré miel –saca una botella con miel de su espalda –El profesor Bennet tiene una liguera obsesión por esto.

Alec, Thomas, Sebastian, Daniel, Theodore, Chad, Logan, Romeo, Marcus —lo amo, pero se metió con Amanda — y por último, el guapísimo profesor de cálculos avanzado... Tyler.
Reunimos veinte condones para los diez integrantes, lanzamos diez adentro de la carpa y los otros diez lo esparcieron cerca de este; la mente retorcida de Molly pudo colgar dos grandes globos con miel y por si era poco, Tay, entró a la carpa y les dejó crema batida en la mano... Sip, y yo pensaba que iba a ser mala idea este campamento.

***

Algunos se alegran por despertar en un bosque por los sonidos de los animalitos... Nosotras nos alegramos cuando escuchamos los globos explotar acompañado con los gritos de las zor... De nuestras compañeras, abrimos la puerta de nuestra cabaña y vimos todos alrededor de ellas riendo.

—¡¿Bueno?! –vimos a Jazz tomar un megáfono –¡Venga tías, que todas son unas guarras ninfómanas psicópatas! –todos rieron –¿¡Veinte condones!? Venga tía... Esperen ¿qué es eso? Uff ¿ropa interior? Aquí tuvieron orgías. Menuda zorras ¿eh?.

—¿Española? –reí y nos fuimos a tomar nuestra rutina de las mañanas.

Ya en la gran mesa, escuchamos a nuestros guapos comentar que sus ropas interior habían desaparecido y como respuesta reían. Pobre de Marcus... Nos sentamos y comenzamos a desayunar tranquilamente, hasta que llego la señora Crawford.

—Muy graciosos jóvenes... Esto –mostró una cajita de condón –No es un juego, lo que acaban de hacer no es chistoso... –todos rieron –¿Ropa interior? El profesor Tyler consiguió el suyo en esa carpa –se escucharon silbidos y risas –Sólo eran tres días... Ahora cinco, hasta que aprendan comportarse jóvenes –ésta se sentó junto al profesor Tyler y rápidamente éste la abandonó.

—Son unas malvadas –llega Austin.

—Sé que fueron ustedes –Theodore golpeó la mesa con sus manos.

—Somos inocentes... –comencé a decir –Hasta que se muestre lo contrario –mi mirada estaba clavada en mi manzana –¿Tienes pruebas?.

Silencio y reí. Mordí mi manzana y proseguí.

—No puedes culpar a nadie honey –hice puchero y todas rieron.

Después de lo que pasó, nos sacaron afuera con nuestros respectivos grupos, mi grupo era el rojo. La primera misión se trataba que teníamos que conseguir la bandera de loa otro equipos y somos diez, la señorita Mendez se coloca en medio de nosotros y por un momento me sentí como Los Juegos Del Hambre.

—Felices juegos... Y que la suerte esté de su lado –sonríe y cada grupo va a su zona.

Más Amor Que Odio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora