Historia [1/?]

473 39 18
                                        

En ésta historia habrá inconcluencias, como que Lisanna esté, habiendo llegado hace poco Lucy al gremio. Ella, como ya sabéis, *spoiler* está en Edolas. Sin más que decir, que disfruten :)

_____________________________________________________________________________


Me limpié la boca después de haber terminado de comer, y miré al frente, donde estaba sentada Lisanna, mirando atenta cada movimiento que yo hacía.

-Entonces, ¿te gustó la comida que te preparé? -preguntó sonriente mirándome a los ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Entonces, ¿te gustó la comida que te preparé? -preguntó sonriente mirándome a los ojos.

Asentí como respuesta y luego me levanté.

-¿A dónde vas? -preguntó con algo de pena.

-Quedé con Lucy para ir a hacer un trabajo. -dije mientras colocaba mi pelo.

-¿Lucy? Esa chica es algo rara, ¿no? Además, acaba de llegar al gremio. -me dijo algo borde mientras que miraba sus uñas.

-Pues a mí me cae muy bien, y además, necesita a alguien con ella, no lo está pasando bien. -confesé mientras sonreía, mostrando mi buen humor. -Lo siento, me tengo que ir ya. -le dije antes de salir de allí corriendo. No quería hacer esperar a Lucy.

*

Cuando llegué a la fuente, que era nuestro punto de encuentro, ella ya estaba allí sentada, con su minifalda blanca, su camisa rosa y su lazo azul en el pelo. Tenía la vista perdida, es por eso que cuando llegué a su lado, me miró sorprendida y algo agitada.

-Lo siento, Lucy. -dije riéndome ante su reacción.

Se levantó y colocó su falda. -No importa, ¿vamos? -preguntó. Yo asentí, y juntos comenzamos a caminar.

-Por cierto, ¿dónde está Happy? -preguntó ella mirándome.

-Dijo algo así como que se sentía mal. -le dije. Ella asintió y juntó sus manos, parecía nerviosa. -Lucy, ¿estás bien? -pregunté.

Ella tardó algo de tiempo en decirme, pero al final habló. -Sí, tranquilo. -contestó. Sabía que era mentira, algo le pasaba, y tendría que averiguarlo.

*

-Mis piernas ya no pueden más. -dijo Lucy agarrándose a sus rodillas.

-¿Quieres que te lleve? -le pregunté. Ella me miró algo sorprendida, incluso diría que un poco sonrojada, pero al final terminó por asentir.

Me puse de espaldas a ella, y la subí a mi espalda. Lo que solía decir Happy de que ella pesaba mucho en realidad no era cierto, para mí era como cargar con un peluche.

-¿Estás cómoda? -le pregunté volviendo a caminar. La escuché musitar un sí, y después noté su cabeza apoyada en mi hombro. Tener tanto contacto con ella me ponía realmente nervioso. Sus manos rodeaban mi cuello, y yo la sujetaba por las piernas mientras notaba su fría respiración en mi cuello. Nunca había estado tan cerca de ella.

-Natsu. -dijo casi en mi oído.

-¿S-sí? -pregunté un poco nervioso.

-¿Sabes que hueles muy bien? -dijo divertida.

-Ésta colonia me la trajo Erza de una de sus misiones. -le dije intentando no parecer muy nervioso.

-¿Cómo es tu relación con Erza? -preguntó con un tono curioso.

-Bueno, la conozco desde que éramos pequeños. Al principio ella era una niña solitaria y que realmente daba miedo, pero con la ayuda de Gray y mía pudo socializar un poco más. Aunque lo de dar miedo sigue aún. -dije riéndome, causando que ella también riéra. Tenía una risa bastante bonita. -Lucy.

-¿Sí? -preguntó.

-¿Qué te pasa? Desde que nos encontramos te veo muy nerviosa. -le dije.

Ella no habló, lo único que pude sentir fue su respiración irregular chocando con la parte derecha de mi cara.

-Es sólo que... Que ya no hay tiempo. -dijo.

Giré mi cabeza y la miré como pude. -¿A qué te refieres? -pregunté un poco nervioso.

-Antes de quedar contigo fui a ver a Porlyusica, y ella me lo dijo, que ya no quedaba tiempo.

-¿Qu-qué es lo que te pasa, Lucy? -pregunté quedándome quieto.

-Me estoy muriendo. -dijo en un susurro.

La bajé de mi espalda y la miré a los ojos. -Es una broma, ¿verdad? -pregunté con una pequeña sonrisa.

-Ojalá lo fuera. -musitó.

No pude decir nada, no porque no quisiera, si no porque mi cuerpo no me dejaba pronunciar palabra alguna.

-¿Estás enferma? -pregunté cauteloso.

Ella negó con la cabeza y se puso de cuclillas. -Alguien introdujo un veneno mortal en mi comida, y poco a poco, mi corazón va latiendo más lento, hasta que deje de hacerlo.

-¿Quién demonios haría eso? -dije con las manos hechas puños e intentando reprimir las lágrimas.

No permitiría que Lucy muriera, no podía dejar morir al pilar que había conseguido sostener mi vida.

-Tiene que haber sido alguien del gremio, es el único sitio en el que como, no hay más opciones. -dijo sin mirarme, con la cabeza agachada.







Todo sobre el Nalu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora