Pequeñas conversaciones Nalu, que te harán cambiar de opinión si apoyas el Nali.
Además de conversaciones, también habrá pequeñas historias, frases, edits, memes y demás.
De una amante del Nalu, ¡para todos vosotros! ♥
Aquél día... Aquél día Natsu salvó mi vida. Salvó mi vida dando a cambio la suya. ¿Cómo? Os preguntaréis... La única forma de remediar mi muerte, era con un beso de amor verdadero. Y os sonará a cuento, pero ésto fue real. Natsu me besó, y la vida me salvó...
Me agaché frente a su tumba y recosté mi cabeza sobre la fría lápida. Las gotas de lluvia mojaban todo mi cuerpo, pero no me importaba ni lo más mínimo.
-¿Sabes, Natsu? Cuando te conocí, desde el primer momento supe que eras tú. Eras tú el que me haría sentir segura, el que me cuidaría, me brindaría días felices y me querría a pesar de todo. Pero jamás imaginé este momento, el momento en el que me dejases sola. Tú no lo sabías, pero moriste por mí, y ahora más que nunca me haces falta. -un nudo en la garganta me difilcutaba hablar, y las lágrimas que bajaban por mis mejillas se disimulaban entre las miles de gotas de lluvia. -Te quiero Natsu, y no sabes cuanto me arrepiento de no habertelo dicho antes... Pero tranquilo, nunca te olvidaré... Tú, tú siempre estarás en mi corazón. En el mío y en el de todas las personas que tuvieron el placer de conocerte. -sequé las gotas que tenía en la cara, aunque no sirvió de nada- Será imposible que te olvides de mí, estaré aquí todos los días, Nat, hasta pronto. -dije para después besar la tumba.
Dejé el ramo sobre la lápida y con paso despacio salí del cementerio de Magnolia.
Miré al cielo, a pesar de no haber ningún rayo de sol, y sonreí, como mis labios me lo permitieron.
-Gracias, Natsu, protegiste mi futuro... -susurré, con la esperanza de que me escuchase.
Caminé hasta mi casa, y sin fuerza alguna, me tumbé en mi cama y cerré los ojos. Cuando respiré, el aroma de Natsu llegó a mí. El aroma que había quedado en mi almohada, cuando se quedaba dormido aquí.
No podía, simplemente no podía estar sin él. Algo tan simple como su aroma, hacía que cada una de mis fibras vibrase y me incitase a hacer una locura. Una locura por amor.
Abrí la ventana, y cuando al aire frío me golpeó en la cara, supe que era el momento, y salté hacía el lugar en el que Natsu estaría esperándome con los brazos abiertos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
________________________
(Ignoren al Happy de la foto :v)
Y bueno, hasta aquí mi historia...
No quiero decir nada, quiero que vosotros seáis los que me digáis que opináis.
