Intentando no ser demasiado impulsivo, corrí hasta la barra, donde estaba Mira.
-Mira-san, ¿dónde está tu hermana? -Pregunté lo más calmado posible.
-Ella dijo que iría a la floristería.
-¿A la floristería? -ella asintió- De acuerdo, ¡gracias Mira! Y por cierto, -dije antes de marcharme- perdóname si cometo alguna locura. -pronuncié antes de echar a correr.
Ahora sí que podía tener la conciencia tranquila. Sin duda, si Mirajane intentase matarme, creo que lo conseguiría, no la llaman demonio por nada.
Corrí hasta la floristería, y cuando la encontré sentada frente al banco de la misma, no disimulé lo más mínimo.
-¿¡Qué le has hecho a Lucy!? -grité agarrándola del brazo y levantandola.
-Lo que se merecía. -escupió con rabia, como si causar la muerte a alguien fuese divertido.
-¿Sabes lo que tú te mereces? -Musité cerca de su oído.
Aunque lo fuese a hacer, no la dejé responder, porque mi puño ya había impactado con su estómago.
-¡Dime cómo salvarla! -grité.
Aunque se estuviese retorciendo del dolor, soltó una pequeña risa, que sólo me creó más ganas de darle otro puñetazo. A pesar de que ella fue lo más importante cuando éramos pequeños, ahora no significa nada para mí. Creo que basura la definiría perfectamente.
-Si lo adivinas, me lo cuentas. -dijo con un hilo de voz.
Sin ganas de perder más tiempo, la dejé allí tirada en el suelo y fui hasta la casa de Lucy, dónde la había dejado antes.
Me agaché al lado de la cama, donde ella estaba tumbada y agarré su mano.
-Tranquila, Luce, no morirás, no si yo estoy aquí... Buscaré la forma de salvarte. -sequé las lágrimas que mojaban mi cara y besé su mejilla. -Resiste, por favor...
Me giré, y me encontré a los chicos.
-¿Qué hacéis aquí? -pregunté.
-Vinimos a ver a Lucy... -dijo Wendy acercándose a ella- Además, intentaré usar mi magia para que recupere algo de salud, para que nos de tiempo a ayudarla.
Asentí. -No me daré por vencido. -les dije- No puedo permitirme perderla, no ahora, que le ha dado un sentido a mi vida.
*Habían pasado horas y no había conseguido absolutamente nada. Me sentía realmente inútil. ¿Qué podía hacer para salvarle la vida?
Las estrellas ya se habían adueñado del cielo y lo único que quería hacer antes de ver sus ojos cerrarse, era confesarle todo lo que sentía.
Llegué a su casa, donde todos estaban. No había ni uno que no estuviese llorando.
-Luce... -susurré sentándome en el borde de la cama.
Toqué su frente y ésta estaba ardiendo.
-N-no he podido encontrar nada. Si pudiese ocupar tu puesto lo haría sin pensarlo. -apoyé mi cabeza en su pecho y lloré, lloré porque la persona que amaba se estaba yendo frente a mis ojos- Te amo Lucy, jamás tuve el valor de decirlo, pero te amo como nunca nadie lo ha hecho.
Me incorporé y sequé las lágrimas. Me fui acercando poco a poco a sus finos labios, hasta que la distancia desapareció.
Me separé, y me levanté. No quería estar ahí, no podía verla morir, simplemente no podía.
Cuando llegué a la puerta, un susurro hizo que mi corazón volviese a latir.
-Natsu... -dijo con un hilo de voz.
Pero yo... yo no pude saber que pasó después, porque mi corazón dejó de latir, y con él, mi vida se fué.
______________
No me maten, por favor... :(
Y como ya vieron, aún queda una parte. ♥
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Todo sobre el Nalu.
De TodoPequeñas conversaciones Nalu, que te harán cambiar de opinión si apoyas el Nali. Además de conversaciones, también habrá pequeñas historias, frases, edits, memes y demás. De una amante del Nalu, ¡para todos vosotros! ♥