The Softer Side

Capítulo 16

N/A: Cortito sorry, y sin responder reviews, pero... tengo excusa ;-) enjoy it.

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-¿Qué habeis hecho con mi pierna?

La cabeza le zumbaba al mismo tiempo que esa frase se repetía una y otra vez en su cabeza, sintiendo como si ella misma la estuviera recitando, una y otra vez, entre sollozos en uno de sus tantos ataques de ansiedad en el hospital.

Quería despertar. Sabía que era una pesadilla y al mismo tiempo se sentía anclada allí, en ese lugar, en aquel tragico momento.

Su piel se pegaba a las sabanas. Jadeó un par de veces.

Los brazos fuertes de Espo la arrullaron en su pecho, calmandola.

-¿Qué habeis hecho con mi pierna?-ahora era un susurro, apenas podía hablar, no tenía fuerzas y el llanto se lo impedía.

Javi intentaba calmarla a toda costa. Aquel día había sido duro. Uno de tantos 200 días en aquél hospital en estado de recuperación, mental y fisica, esperando una protesis, adaptandose a ella… Queriendo huir de la depresión, desenado recuperar su vida.

Y 200 días después, lo hizo, recuperó o más bien intentó recuperar su vida… Y el escenario de su pesadilla cambió… Ahí estaba, sentada en la barra de aquella discoteca.

La música estaba alta, la gente a su alrededor bailaba como siempre, sin importarle su alrededor. Kate suspiró y recordó como también sus amigos habían seguido con su vida mientras ella… Ella ya no tenía su pierna izquierda, o por lo menos no parte de ella.

De un trago se bebió el whisky que reposaba en el vaso que sostenía su mano. Sonrío. Por lo menos ahora estaba bebiendo en una discoteca y no en su casa. Si, estaba sola igual pero… No era lo mismo.

Se había puesto el vestido negro y corto que tanto le gustaba. Lamentablemente ya no le quedaba tan bien de cintura para abajo, ahora le hacía una pierna derecha espectacular y una protesis izquierda que le hacía parecer un cyborg.

-¿Quieres tomar algo?

Kate miró a su izquierda y vio un tipo que la miraba. El sujeto en cuestión le repitió la pregunta y ella aceptó.

-Whisky.

-Dos whiskys, Brandon-le pidió al camarero y se giró para Kate-Me llamo Erik. ¿Y tú?

Kate se quedó mirando al hombre de unos treinta y cinco largos, moreno, ojos claros, camisa pulcra, apuestisimo.

-Yo me llamo Elisabeth-mintió.

-¿Vienes mucho por aquí?

-De vez en cuando.

Estuvieron hablando durante unos minutos sobre la discoteca, o más bien, Kate escuchaba como el tipo intentaba engatusarla, hablandole sobre que era el amigo del dueño y que allí hacía lo que quería.

Erik se acercó a Kate diciendole que le apetecía besarla, pero Beckett se alejó unos centimetros mientras bebía.

-No, lo siento, yo…-Kate se puso algo nerviosa- Esta noche no, me voy a mi casa.

Erik asintió y cuando Kate se fue a levantar tomando el bastón del cual todavía se apoyaba para caminar ya que no se sentía segura con la protesis, se quedó parado.

Erik miró la pierna de Beckett sin disimulo.

-Disculpa, yo no…

Kate se quedó parada, aun medio sentada en el taburete.

-¿Disculpa qué?-dijo seria.

-Si llego a saber que…

-¿Si llegas a saber qué?