Capítulo 17

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N/A: Espero que os guste este capítulo... A ver que tal...¡Gracias por leer y comentar!




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-¿Cuantas hay?

Kate tiritó brevemente en los brazos de Rick y éste la apretó contra él. Apoyó mejor su cabeza en el pecho de él y sonrió. Ambos estaban recostados en una de las hamacas que rodeaban la piscina del hogar en los Hamptons propiedad del escritor.

Rick dejó un beso en su pelo mientras frotaba sus brazos.

A pesar de ser verano, por la noche la temperatura bajaba y aquella mañana después de despedirse de Alexis y de pasar por casa de Kate para recoger algunas cosas necesarias para su viaje, emprendieron camino hacia la casa de la playa de él llegando casi de noche después de las indicaciones de él quien se sabía la ruta de memoria.

-Muchas.

-No te las sabes...

-Si las sé...-se quejó-Las contemplé miles de veces a muchos kilómetros de aquí...

-Cuando estabas...

-En el desierto.-terminó Kate. Cada vez le costaba menos hablar de aquella época de su vida. Todo gracias a las reuniones y sobre todo a él.

-¿Entonces?

-Entonces... Hay millones, pero ahora puedo...-acarició el brazo de él que tenía apoyado en su pecho, rodeándola-podemos ver...La canis major...esa constelación con Sirius...y...

-No tienes ni puñetera idea-interrumpió Rick.

-No yo...En serio.-se volvió a quejar tratando de parecer indignada ante él.

El torso de Rick tembló cuando se echó a reír e hizo reír a Kate. De hecho, sólo había intentado vacilarle, no sabía nada de estrellas... Salvo verlas con él, con los ojos cerrados.

Kate respiró hondo y soltó el aire por la nariz, relajándose. Giró su rostro y besó el cuello de él. Ambos se quedaron con los ojos cerrados, descansando mientras escuchaban el rumor de las olas a lo lejos.

-Gracias por traerme aquí...-Kate se acurrucó y Rick sonrió volviendo a besar su pelo.

-Gracias por traerme TÚ a mi aquí.

Un rato después entraron en su casa entre caricias y se quedaron completamente dormidos nada más caer en la cama, victimas del cansancio que arrastraban.

-Hicimos el amor. Hicimos el amor en medio de la tristeza-Kate miró hacia el frente con el libro entre sus manos haciendo una pausa.

Se quedó mirando la orilla del mar. Ambos estaban recostados en unas hamacas que ella había movido allí para los dos junto con dos toallas. Miró a su lado. Rick estaba recostado, bien pegado a ella, con los ojos cerrados y el pelo despeinado a causa del viento. Sonrió.

Él le había pedido que leyera para él... Ella no había podido negarse.

-Si no te sale ardiendo de dentro, a pesar de todo, no lo hagas-dijo Kate, creando una atmosfera entre ellos, allí, solos en la playa, con la única compañía de ese viejo libro de poemas de Charles Bukowski que Richard amaba y de las olas que rugían al morir en la orilla.

-A no ser que salga espontáneamente de tu corazón y de tu mente y de tu boca y de tus tripas, no lo hagas.-su voz era suave, aterciopelada, casi sensual. Rick curvó sus labios hacia arriba en una sonrisa disfrutando de cómo leía-Si tienes que sentarte durante horas

-Con la mirada fija en la pantalla del ordenador-siguió Rick, sabiéndoselo de memoria. Kate ladeó su cara para mirarle-O clavado en tu máquina de escribir, buscando las palabras, no lo hagas-dijo con determinación.

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