Aparte las sabanas de mis piernas y frote mis ojos. Apenas había empezado el día y ya estaba aburrido, pero seguro si llamo a mis amigos ellos harán que la diversión invada mi cuarto. Busque como loco, entre las sabanas, el control del aire porque dejenme decirles que me sentía como si estuviera en Alaska y sin ningún abrigo que por lo menos me diera un poco de calor. Cuando al fin lo halle, este se resbalo de mis manos y callo al suelo, en donde las pilas se perdieron en no se en que lugar pero me dio demasiada pereza para ir a buscarlas a estas horas del día.Puse mis pies en el suelo, pero los volví a subir cuando hicieron contacto con el piso, se podría decir que prácticamente estaba congelado. Visualize mis pantuflas de Mickey Mouse que mi madre me había regalado hace un año por mi cumpleaños, lo malo es que estaban tiradas en el suelo, las dos en diferentes lados. De alguna manera tenia que salir de ese Polo Norte, así que tuve que arriesgarme a bajar mis pobres pies y poner las pantuflas en estos.
Me quite la camisa, la tire al suelo y me puse en posición de gatear. Ya me encontraba encima de mi camisa, ahora solo faltaba trasladarme con ella pero existía un gran problema: no se movía para nada. Ahora solo quedaba una opción, la cual era la menos preferida para mi, dejar que mis pies sufran y abrir la puerta para por fin largarme de allí.
- ¿Que demonios?
La puerta se abrió y dejo ver a mi mejor amigo parado allí.
- ¡Me has partido la nariz! - Le grite mientras me tapaba esta con mi mano llena de sangre.
- ¡Aria, Hanna! Una ambulancia para el joven que le partí su preciada y fea nariz - Llamo el. Aria vino corriendo hacia mi mientras que Hanna llamaba a la ambulancia.
Luego de diez minutos, llegaron y me trasladaron lo mas rápido posible al hospital. Cuando llegamos me atendieron enseguida y yo simplemente no entendía porque me trataban así si solo me había partido la nariz.
- ¿Me puede decir porque me tratan así cuando hay miles de pacientes con cosas peores que mi nariz rota? - Pregunte confundido.
- Tu madre me ordenó que si tenias un accidente, por mas pequeño que sea, te atendiéramos enseguida - Apago mis dudas.
Después de que el doctor se fuera, Aria apareció con mi celular en su mano.
- ¿Que demonios te paso? - Fue lo primero que dijo cuando me vio.
- Culpa de Nathaniel - Respondí
- Se nota que estas enojado porque tu nunca lo llamas a el por su nombre completo, solo cuando estas enojado - Menciono entre risas.
Aria era mi mejor amiga desde que éramos pequeños. Nunca sentí atracción a ella porque yo sabia perfectamente que Nathaniel estaba completamente enamorado de ella, y si yo también terminara loco por ella el sería capaz de no volver a hablarme NUNCA mas en su vida.
Me entrego mi teléfono y se fue no sin antes de prender a este por mi. Empecé a ver mis novedades, tenia tres mensajes de Myah, quien había olvidado por completo.
Ella: ¿Que tienes?
¿No me hablas?
¿Hice algo malo?
Yo: Nariz rota, si, no.
Ella: ¿Quien te rompió la nariz?
Yo: Nathaniel :(
Ella: ¿Y quien es ese?
Toque mi cabeza y sonreí recordando que nunca le había dicho el nombre completo del rompe narices de mi mejor amigo.
Yo: Nate rompe narices Whittemore.
Ella: Nombre de vagabundo.
Yo: JAJAJAJAJAJA
Ella: Eres un desmadre, Jake.
Yo: Lo se, soy tan genial.
- Jake - La voz de Hanna se hizo presente en el lugar.
- Hanna Banana - Agregue riendome. Ese era el apodo que le había puesto años atrás porque una vez ella armo un escándalo porqué el señor de las frutas le dijo que faltaba dinero para la banana.
- ¡Costaba demasiado dinero! - Se defendió, pero aún así ni Nate, Aria ni yo podremos olvidar lo que paso aquel día.
- No es mi culpa, Hanna Banana
- Volví a decir su divertido apodo.Volteo los ojos y se fue porque ya era el turno de que el causante de todo esto viniera a visitarme.
- ¿Todo bien? - Abrió la puerta lentamente e intentado que no hiciera ruido alguno porqué dejenme decirles que en ese momento tenía un fuerte dolor de cabeza.
- Mas o menos - Respondí.
- No fue mi intención, no sabía que estabas ahí - Explico. Lo mire a los ojos y pude ver como estos estaban llenos de culpa.
- Te perdono, Nate Whittemore
- Gracias, Jake Giovanni
Diez minutos después, mis otras dos amigas entraron a escondidas en el lugar en que Nate y yo estábamos. Hablamos sobre que había que castigar de alguna manera a Nate por lo que hizo, lo cual fue gracioso porque el reaccionó sacando la lengua a Hanna y Aria como un niño de cinco años que se escondía de alguien.
De un momento a otro se fue la luz y millones de gritos se oyeron dentro del hospital.
- ¿Están bien todos? - Pregunte.
- Si - Respondieron al unisono.
- Debemos salir de aquí - Hablo Aria ya asustada por lo que pasaba.
La voz de una señora se escuchó por los parlantes. Trataba sobre que todos debíamos quedarnos en los lugares que estábamos, sin hacer ningún ruido porque había gentes muerta o herida en el pasillo.
- Tengo miedo - Habló Hanna con temor.
- Arriba - Ordene refiriéndome a que se subieran en la camilla.
- Pase lo que pase estaremos juntos hasta el final - Dijo Hanna mientras todos uníamos nuestros meñiques.
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Amor a distancia
RomansaMuchas cosas cambiaran en la vida de Jake luego de ser añadido por su mejor amigo a un grupo de Facebook // Sin plagios ni copias. Originalmente mía. Portada hecha por NutellaSpat.