Estoy en el comedor, disfrutando de una deliciosa porción de pizza 4 quesos.
Como era costumbre, nos sentamos con las chicas de siempre. Estábamos pasando un buen rato cuando de repente Emma se percata de algo:-Por cierto, ¿alguien sabe dónde está Samu? -Dice, levantando la cabeza del plato y echando una fugaz mirada al comedor.
-Justo antes de que nos llamasen para ir al comedor lo he visto dirigiéndose al baño, pero de eso hace ya tiempo -responde Chloe, extrañada.
-Que raro, podríamos ir a mirar si está en el baño -sugiero.
-Sí, me tiene preocupada -añade Emma.
Entonces, nos dirigimos al baño. Fuimos todo lo rápido que pudimos y, como no, Isma se quejaba de que redujéramos un poco la velocidad.
Llegamos al baño. Fue terrible, había sangre por doquier pero sobre todo, se concentraba en el lavabo.
Estábamos todos asustados, no sabíamos que hacer.-¿Quién habrá hecho esto? Es asqueroso, hay sangre por todos lados - se asustó Chloe.
Poco a poco, íbamos buscando alguna pista que nos dijese si esa sangre era de Samu, ya que no lo sabíamos con certeza.
-Esperad un momento, a Samu le está saliendo sangre por la nariz cada dos por tres. Puede que de ahí venga toda esta sangre -razono.
-Ya, pero cómo es posible que... -objeta Chloe.
En ese instante, se comienzan a escuchar una serie de pasos, como si estuviera corriendo. Todos prestamos atención. El sonido aumenta. Parece que viene hacia aquí.
Entonces, la figura de Lore entra al baño. Asustada, nos observa a cada uno de nosotros, y concluye:
-Por favor, venid -y la tristeza se materializa en su rostro -. Hay algo que debéis ver...
En seguida, comenzamos a seguirla. Cada paso que dábamos, era un aumento de velocidad y tensión. No sabíamos a donde nos dirigíamos, salvo Lore.
De vez en cuando, Lore pisaba alguna gota de sangre. Tal vez, era incapaz de verlas, debido a que probablemente tiene sus ojos empañados por las lágrimas.
Tras doblar la última esquina, vimos dos puertas juntas de un marrón claro notablemente desgastado. Supuse que íbamos allí, y así fue. Lore, con más prisa que nunca, puso su mano en el pomo de la puerta y la abrió.
-Espero que no arranque el pomo, ya hay alguien que se encarga de eso -vacila Rafa.
-Cállate un rato tío, ahora no estamos para tus típicas bromitas, gracias -replico.
Como se notaba que no estaba Samu, él, como buen amigo que es, me hubiese apoyado. Como se suele decir, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Espero que mi amigo esté bien.
En ese momento, se abrió la puerta. Mis oscuros ojos, pudieron captar una habitación bastante acogedora. Era la primera vez que veía un sitio tan bien cuidado en ese sitio. El suelo era de un parqué marrón oscuro, tenía unas cuantas ventanas pequeñas a los lados de el cuarto que daban una vista previa al verde y mohoso exterior.
Miré a mi alrededor, había aproximadamente una decena de camillas de las cuales, tres de ellas estaban ocupadas por tres muchachos, inmediatamente, los reconocí. Era la enfermería. En ese momento, supe que algo malo estaba pasando.
En la primera cama, estaba el colega del Juanca. Que pintas tenía: Llevaba un yeso en el brazo izquierdo y tenía unos pañuelos en los orificios nasales que estaban teñidos de rojos. Obviamente era sangre.
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La Condición del Destino
RandomMuchas personas podrían pensar que en una clase no hay una fuerte relación entre sus miembros, pero en el Colegio Interno Vistabella no es así. Es el primer año en el internado para Leo y Samu, los cuales aún no se conocen, pero juntos deberán afron...