Chloe y yo comenzamos a correr por el camino en el que habíamos llegado hasta el despacho del Ojo de Cristal.
De repente, me tropiezo, debido a que tengo las ligas de los zapatos desatadas, me desequilibro y seguidamente me caigo al suelo.
Chloe me ayuda a levantarme apresuradamente y a continuación me coge por un brazo y me guía hasta una columna que sobresale de una esquina del pasillo por el que estamos yendo.
-¿Qué haces? -pregunto, indignado.
-Cállate, tengo una idea.
-Chloe, vámonos, ¡no hay tiempo para lo que estés pensando! -susurro energéticamente.
-Confía en mí, ¿vale?
-No entiendo qué quieres hacer, de verdad, tenemos que irnos, el baile va a dar comienzo -recuerdo.
-Esto es más importante que ese dichoso baile, Leo. Hazme un poco de caso. Escondámonos aquí, no hagas ni un sólo ruido y todo saldrá bien.
Asiento sin muchas ganas y con un tanto de desconfianza.
Después de unos segundos, se oyen unos pasos acercándose a nosotros. Es entonces cuando Chloe me hace una señal de silencio.
Los pasos se pueden escuchar cada vez más cerca de nosotros, hasta llegar al punto que los pasos se oyen a unos metros al lado nuestro.
Asomo la cabeza por la columna para que me sobresalga un poco y poder apreciar la sombra de un hombre voluminoso y que camina cojo y, que por lo que se puede intuir, tiene mucha prisa.
Pasados unos segundos, los pasos ya no se oyen y parece no hay nadie que nos pueda descubrir, estamos seguros.
-Sígueme -dice Chloe.
-No tengo más remedio, ¿verdad?
-¿Quieres descubrir lo que demonios le pasa a ese hombre o no? -pregunta, subiendo ligeramente el tono de voz.
-Sí, supongo, pero no creo que escaparnos del baile sea la mejor manera de hacerlo -opino.
-Que, ¿es que tienes miedo de que el director te ponga a limpiar el internado como está haciendo con Samu?
-No seas tonta. Escucha, solo dime una cosa. ¿Tienes una buena razón para hacer esto? -pregunto.
-Créeme Leo, si no la tuviese, no estaríamos aquí.
-Vale, pues entonces, te sigo. Al fin y al cabo lo único que estamos haciendo es perder el tiempo discutiendo sobre esto.
-Ahí te quería ver yo -vacila -sígueme, rápido -concluye.
En ese momento, empiezo a seguirla.
-Vamos a volver al despacho del Ojo de Cristal, puede que allí encontremos algo de importancia.
-Buena idea, tal vez nos de alguna pista sobre lo que está pasando.
-Mira, allí está la puerta -dice, después de estar un pequeño rato andando.
-Espera, ¿cómo demonios vas a abrirla? -me extraño.
-Va a ser difícil de encontrar la manera pero tú tranquilo, que conseguiremos abrirla -anima.
Asiento.
-A ver, creo que va a ser muy difícil abrirla, pero voy a intentarlo -dice, ya estando delante de la puerta -Cuidado eh, que es muy complicado.
Entonces, pone su mano en el pomo dorado de la puerta, lo gira y la puerta se abre lentamente.
-Vaya, justo lo que pensaba -bromea.
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La Condición del Destino
RandomMuchas personas podrían pensar que en una clase no hay una fuerte relación entre sus miembros, pero en el Colegio Interno Vistabella no es así. Es el primer año en el internado para Leo y Samu, los cuales aún no se conocen, pero juntos deberán afron...