Capitulo: 5

6.8K 396 44
                                    

----¿Emoción? ¿Qué te parece el odio? ¿Es suficiente emoción para ti?

Elsa le hizo una señal al camarero para que le llenará la Copa.

---- ¿Crees que es buena idea?---- preguntó Jack ----. Ya has bebido suficiente alcohol por hoy.

---- Cuando no se siente la menor  emoción, el alcohol es un buen sustituto ---- replicó ella.

---- Si crees que voy a acostarme contigo estando bebida, te equivocas completamente. Quiero que estés sobria y despierta como aquella vez para que recuerdes cada detalle.

---- No voy a volver acostarme contigo ----protestó ella con firmeza dando un puñetazo en la mesa ----. Para tener ese privilegio tendrías, que pagar el doble ---- añadió con altivez. Jack sonrió victorioso. Se llevó la mano al bolsillo de su chaqueta y sacó una chequera.  La puso sobre la mesa.

---- ¿Has dicho el doble? ---- preguntó con ironía. Elsa sintió que el estómago empezaba a darle vueltas.

---- Yo..... yo.... No estoy segura.... yo... Dios mío.... Jack tomó el bolígrafo, escribió la cantidad que le habia exigido Elsa y le mostró el cheque.

---- Trato echo ---- dijo él  con satisfacción.

Elsa miro la cifra escrita en el cheque y sintió un torrente de emociones contradictorias en su interior. Pero la que predominaba sobre las demás era la vergüenza. Jack estaba intentando deliberadamente convertirla en una prostituta de lujo, en una mujer capaz de hacer cualquier cosa por dinero. Pero ella no estaba dispuesta a venderse. Había sacrificado durante demasiado tiempo sus sentimientos y sus necesidades como para venderse a Jack. Jack hablaba de un matrimonio duradero y eso implicaría hijos, pero sólo de pensarlo de sentía más enferma. Pero de algo estaba segura si Jack creía que iba a conseguir llevarla a la cama de aquella manera, iba a llevarse una sorpresa.

Con una frialdad inusitada, tomó el cheque y lo dobló una y otra vez  hasta que no fue más un trozo de papel minúsculo. A continuación, tomo la Copa  de vino tinto que el camarero acababa de servirle y, cuando se hubo asegurado de que contaba con la atención de Jack, soltó el cheque, que quedó flotando sobre el rojizo líquido, como si fuera  un barco en miniatura, hasta que quedó empapado y se hundió en el fondo.

---- Iba a decirte que podías tomar el cheque y fumártelo, pero luego pensé que no fumas, así  que.... ¡Salud! Con una firme determinación, alzó la copa y bebio un sorbo.

---- Puedes hacer lo que quieras con mi oferta ---- dijo él ----, pero te garantizo que no pasará mucho tiempo antes de que tengas que tragarte tus palabras, querida.

----Me casare contigo para salvar el negocio familiar ---- replicó ella ----. Pero no seré tu esclava sexual. Si necesitas satisfacer tus deseos, estoy segura de que no te faltará  candidatas. Sólo espero que no seas indiscreto.

---- ¿Ese es el acuerdo que ibas a tener con Hans? ---- preguntó él.

---- No es asunto tuyo ---- respondió ella ofendida ----. Eres la última persona con la que hablaría de mi vida personal.

---- Dime, Elsa, ¿Te satisfacía Hans? ¿Te hacía gritar así como lo hice yo aquella noche? ¿Te daba el sexo que necesitan las mujeres como tú?

Elsa sujeto su  Copa con fuerza y mucho contra si misma. No era posible que Jack  siguiera enrrostrandole aquella noche, y sobre todo preguntar cosas sobre Hans. El no sabía que ella había vivido en un infierno.

No era posible odiar más a una persona pero, si lo pensaba con detenimiento, aquella sensación tenía que ver con la forma en que él la miraba. Aquellos ojos perpicaces podían ver cosas que ella no quería que viera nadie. Siempre había tenido esa capacidad. Pero lo mejor era cambiar un poco el  tema.

ERES MÍA (JELSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora