Elsa creyó que iba a derretirse. Los labios de Jack eran duros y suaves al mismo tiempo, provocadores y sumisos. Eran demasiadas emociones. Y Elsa estaba temblando.
Le devolvió el beso con una efusividad tan intensa que casi resulto tan peligrosa. Estaba ardiendo, cada poro de su cuerpo estallaba por tocarlo, por dejarse llevar por el placer más allá de cualquier límite.
Sin dejar de besarla, Jack le fue desabrochando los botenes de la blusa de algodón que se había puesto aquella mañana. Cuando llego al ultimó, le quito el sujetador con una facilidad sorprendente y hundió su boca en uno de sus pechos. Elsa suspiro al sentir la lengua de él recorriendo su pezon, luego el otro, apretandolos con la mano. Se sentía trasportada a aquella noche hace cuatro años atrás.
Jack se incorporó de nuevo pegó su cuerpo al de ella para que sintiera lo excitado que estaba, y la beso de nuevo.
----Sabes condenadamente bien ---- murmuró----. Quiero saborearte entera. Elsa cubrió los labios de él con los suyos e introdujo su lengua. Sus piernas estaban temblando, y sus pulmones respiraban rítmicamente, provocando un jadeo constante.
----Ven arriba conmigo ---- dijo él dejando de besarla para mirarla a los ojos ----. No hace falta esperar hasta el viernes. Te deseo ahora mismo. Elsa reaccionó al escuchar la palabra viernes ese era al día de su boda con Jack y en ese momento se sintió que ella era el centro de un escenario donde se estaba librando una terrible batalla entre su cuerpo, que quería subir a su habitación, abandonarse al deseo, y su cabeza, que intentaba impedirlo.
Jack tenía una amante, era un mujeriego, sólo quería casarse con ella por venganza. No había el más mínimo rastro de amor en todo aquello. Era sólo lujuria. Había existido una fuerte atracción entre ambos desde el principio, ya había acabado una vez en su cama y para él no había significado nada. Y después que la lujuria se acabará también la volvería abandonar sin ninguna contemplación. Su cuerpo, sin embargo, también era consciente. Estaba desesperado, gritando de necesidad, anhelando el contacto con el cuerpo de él, deseando despertar del interminable letargo al que se había condenado.
---- Bueno, ahora que lo pienso, ¿qué te parece si lo hacemos aquí mismo? ---- le preguntó él apoyandola contra la encimera de la cocina y empezando a subirle la falda.
----¡No! ---- exclamó ella poniendo las dos manos sobre el pecho de él.
----¿Ah, No? ---- preguntó frunciendo el ceño.
----No... ---- dijo ella tomando el control de su voluntad, cerrando la boca para no seguir jadeando, intentando recuperar su dignidad ----. No puedo....
----Pues hace unos segundos no me estaba dando esa impresión---- apuntó él algo decepcionado----. ¿Puedo saber qué te ha echo cambiar de opinión?
Elsa estaba intentando recomponer su ropa de alguna manera, poniéndose el sujetador, abrochandose otra vez la blusa, recuperando la compostura.
----No quiero acostarme contigo antes de que estemos casados ---- afirmó Elsa diciendo lo primero que le vino a la cabeza.
----Por amor a Dios, Elsa... hace cuatro años estuvimos juntos y después tu estuviste con Hans, no creo que tengas que salvaguardar tu virginidad ni nada parecido. Elsa podía percibir la frustración en la voz de Jack, y no pudo evitar sentirse culpable y avergonzada por haber permitido que las cosas hubieran llegado tan lejos.
---- Lo siento... sé que debe ser muy duro para ti... Jack rompió a reír a carcajada limpia.
---- Sí... Duro es la palabra exacta ---- replicó. Elsa se sonrojo.
----Tampoco es nada fácil para mi. Hace... Hace mucho tiempo que yo no... Bueno, ya sabes... Jack puso un dedo sobre sus labios.
----No hablemos del pasado otra vez, ¿te parece preciosa? Empieza a hacer muy aburrido. Además, cada vez que te imagino con Hans me dan ganas de romper algo, y bueno lo único bueno de todo aquello es que yo fui el primero. Elsa lo miro en silencio, sintiendo los dedos de Jack recorrer suavemente sus labios, sintiendo que el deseo seguía corriendo por sus venas.
ESTÁS LEYENDO
ERES MÍA (JELSA)
FanfictionCasarse por venganza, o seducida por placer. Elsa Arendell estaba desesperada: su familia de iría a la ruina. Así que sin pensarlo acudió al único hombre que podría atudarla. Pero Elsa sabía que era un hombre que estaba deseando verla suplicar. El m...