ERES MÍA (JELSA)

Capitulo: 14

Elsa escucho las palabras llenas de compromiso y lealtad durante la ceremonia religiosa y repitió los votos mecánicamente, unos votos, que en aquellas circunstancias, no significaban absolutamente nada para ella. En la voz profunda de Jack, sin embargo, sonaron más convincentes, sonaron como si él realmente la amara, como si fuera a tratarla con respeto y con honor el resto de su vida.

Cuando llegó el momento de darse un beso, Elsa se volvió a Jack, cerró los ojos, y sintió cómo los labios de él se posaban suavemente en los suyos. Cada movimiento de aquellos labios parecía una expresión de triunfo, como si estuviera tomando posesión de algo muy valioso y largamente anhelado.

Elsa sólo pudo despedirse de Anna y su madre ya que Jack había comprado los boletos de avión al complejo Turistico Arendelle Spa, donde iban a pasar la luna de miel. El avión salía en una hora, y las maletas estaban guardadas meticulosamente en el maletero del coche de Jack.

Durante el trayecto hasta el aeropuerto, Elsa se sentó en silencio sin saber que decir. Jack Javi se había quitado la chaqueta del traje a causa del calor, y conducía tranquilo con una mano mientras que con la otra le acariciaba de ves en cuando las piernas, excitandola como sólo él era capaz de hacer. Había consultado en la web el tiempo que iba a hacer aquella semana y había llegado a la conclusión de que un bikini era todo lo que iba a poder ponerse durante el día. Era difícil saber que llevaría de noche. Si lo dejaba a elección de Jack, la respuesta era evidente, tendría que pasar todas las noches desnudas.

----¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que fuiste a la isla? ---- preguntó Jack de repente.

---- Fui a principios de este año ---- respondió Elsa después de pensarlo un poco ----. Creo que fue en febrero. Fui a comprobar la nueva decoración, pero sólo me quedé un par de noches. Aunque Jack no dijo nada, Elsa se preguntó si estaría pensando que debería haber ido más a menudo para asegurarse de que todo estaba en orden.

El nuevo administrador que Jack había contratado ya había encontrado algunos problemas de contabilidad y de administración que había hecho crecer el complejo de incompetencia que Elsa ya tenía. A decir verdad, Jack no lo había utilizado para humillarla. Le había dicho a Aster Bunny, el nuevo administrador, que había estado sometida a mucha presión. Durante un momento, Elsa había llegado a pensar que lo había hecho por empatía hacía ella, porque se había preocupado sinceramente de sus emociones, pero enseguida había descubierto que lo único que había pretendido había sido representar el papel de novio protector. Tampoco iba a decírselo a Jack de ninguna manera pero, desde que había dejado de ir a la oficina, sentía como si se hubiera quitado un peso de encima. Sus padres y Anna no habían hecho el menor comentario al respecto, únicamente habían declarado su absoluta confianza en el juicio de Jack.

Recordó lo que su madre había dicho unos días atrás: ---- De todas formas tu padre se recuperará pronto y podrá volver al trabajo. Además ya va siendo que los años pasan rápido y tu padre y yo queremos que tu y Anna nos den muchos nietos.

----No te preocupes, Eleonor---- había replicado Jack pasándole el brazo por la cintura a Elsa ----. Nos pondremos a ello enseguida. Elsa se había sonrajado por el comentario, pero había disimulado a la perfección con la mejor sonrisa.

Jack entró en el aparcamiento del aeropuerto. A los pocos minutos ya habían facturado las maletas y tenían sus tarjetas de embarque. Cuando subieron al avión, Elsa tuvo la excusa perfecta para cerrar los ojos y descansar un rato. No sabía cuánto tiempo había pasado cuando abrió los ojos y se encontró apoyada en el hombro de Jack.

---- Oh, lo siento... ---- dijo apartandose de él como impulsada por un resorte----. Debo de haberme quedado dormida. Espero no haberte estropeado la camisa.