Me senté al lado de María.
- Hola, soy Ana pero mejor llámame An
- Ya, eres la nueva
- Sí, podemos compartir el libro es que aún no lo tengo
- Claro
Al acercarme el libro hacia mi mesa pude ver como en la parte de detrás de su muñeca tenía un tatuaje, era como un infinito pero tenía alrededor como fuego.
-¡ Qué tatuaje más guay me dejas verlo!
- Ayy no lo tendrías que haber visto
- ¿ Por qué? ¿ Qué significa?
- Es un secreto, pero si lo has podido ver solo significa una cosa
- ¿ Qué quieres decir?
Y en ese momento el profesor de música nos dijo que ya se había terminado la parte de teoría y que teníamos que tocar un instrumento. Todo el mundo salió disparado de sus sillas corriendo hacia coger algún instrumento.
- ¿Que te gusta tocar?- me preguntó el profesor
- La verdad es que solo se tocar la flauta dulce-
- Ha quedado libre el xilófono, ¿ quieres que te enseñe?
- Vale
Se arremangó hasta los codos y cogió las baquetas. No me podía creer lo que veía, mi profesor tenía el mismo tatuaje que María: el infinito. Intentando disimular le pregunté por él.
- Que tatuaje más chulo, ¿ significa algo?
- No no
Y se bajó las mangas otra vez hasta las muñecas.
- Venga práctica tú sola con el xilófono que ahora mismo vuelvo
Y salió de la clase, parecía que tenía mucha prisa. Todo esto me pareció demasiado raro. Solo me imaginaba una cosa, que María y el profesor estuvieran liados, pero eso no encajaba demasiado con la última cosa que me había dicho María: " es un secreto, pero si lo has podido ver solo significa una cosa". Estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni siquiera me había dado cuenta que había sonado el timbre.
- Venga vamos An, vamos a llegar tarde a la siguiente clase y la profesora tiene una mala leche...- me dijo Ra
- Perdona que decías
- Que como no nos demos prisa, vamos a llegar tarde
- Ah, vale
- ¿ Qué te pasa estabas como empanada?- me dijo riéndose
- Lo siento, lo siento, estaba pensando en mis cosas
- A ver si lo adivino mmm... ¿estabas pensando en lo de la mudanza verdad?
- Sí, me has pillado es que estoy demasiado cansada
Le mentí, hasta que no supiera seguro que significaba esos infinitos no quería decirle nada, no le conocía demasiado y no quería preocuparle con mis dramas jeje.
- Vaya, que pena, había pensado esta tarde haber si querías quedar conmigo
- No se. Aún tengo demasiado lío con lo de la mudanza y todo. Tengo que desembalar todos mis libros
- Te puedo ayudar
- No en serio no hace falta, no quiero molestarte
- No es molestia, así me entrengo y puedo estar contigo
- Bueno si te hace ilusión...
- Vale, ¿ a que hora voy?
- ¿ A las 4.30?
- Perfecto
- ¿ En qué puerta vivías?
- En el ático A
- Vale pues allí estaré- y me guiñó un ojo
Yo diría que estaba intentando ligar conmigo pero mejor pensé que quería conocerme más y ya. Y llegamos a la siguiente clase, era educación física.
- Espero que corras
-¿ Por qué?- le dije mirándole con cara pícara
- Porque hoy toca resistencia- y me sacó la lengua
- Yo siempre he tenido mucha
- Ya veremos si me ganas- y volvió a sacar la lengua
- Espera Ra, una cosa, ¿ María viene a esta clase con nosotros también?
- Sí, por
- Nada nada que me había caído bien
- Sí, es bastante maja
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Los 8 mundos del infinito
Teen FictionAna se acaba de mudar a Barcelona, y solo conoce a su vecina, pero que pasaría si te enteras que todo el instituto lleva tatuado un infinito. Una aventura con romances, muchos secretos y poderes mágicos.