CAPÍTULO 3 LA PRUEBA

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- Hola, buenas soy la profesora de educación física, me llamo Laila - dijo dirigiéndose a mi

- Hola yo soy Ana Ferreira, la nueva

- Lo sé

- Bueno chicos hoy vamos a salir al patio a hacer la prueba, como ya sabéis tendréis 15 minutos para dar vueltas al patio, y yo os apuntaré las vueltas que dais cada uno

- Que si, que si, que ya lo sabemos es todos los años lo mismo- dijo un chico repetidor

- Ya Toni, pero hay una chica nueva y ella alomejor no lo sabía

- Vale vale - volvió a decir el chico

- Ahora paso lista y salimos al patio

Me tocaba al lado de María ya que estábamos sentados por orden de lista y ella era Fernández. Así que decidí hablarle.

- Oye María no me ibas a contar lo del infinito

- Mira An, mejor no te metas, es peligroso

- Ya, pero es que el profe de música tenía el mismo tatuaje que tú

- No en serio déjalo y olvídalo todo, ¿vale?

- Pero es que...

- Olvídate

Y tras decirme eso Laia terminó de pasar lista y salimos al patio a hacer la prueba.

- Bueno que, novata, ¿preparada?

- Te voy a machacar- le dije a Ra sacándole la lengua

- Bueno bueno ya lo veremos- dijo muy seguro de si mismo

Se quitó la sudadera y se quedó en manga corta. Y no, no podía ser, Ra también tenía el infinito en su muñeca.

- Ra, que tatuaje más guay, ¿no?

- Que, no puede ser, ¿ como lo has visto? Es imposible.

- Como que María tiene otro y el profe de música también

- An...

- No enserio, ¿ me estoy volviendo loca o que pasa aquí?

- Ahora no puedo explicártelo...

- Y que vas a hacer, me vais a dejar todos con la intriga

- An...

- An que

- Mira, vamos a hacer una cosa, ahora en el recreo te lo explico todo, ¿vale?

- Vale- dije cruzándome de brazos y poniendo cara refunfuñona

Empezamos a correr solo llevábamos 8 minutos y yo ya no podía más. Estaba agotada. El patio de ese instituto era demasiado extenso. María iba la primera, llevaba ya 15 vueltas, parecía imposible. Y después le seguía Ra con 14 vueltas. Sus piernas se movían super rápido es como si estuvieran volando, pero a la vez corriendo, era muy extraño. Yo no llevaba ni 5, iba la última de la prueba. Pero con toda la resistencia que tenía yo, al lado de los alumnos de ese colegio me sentía inútil. Solo se me ocurría una cosa, que se doparan. Pero me parecía un poco raro, todos tenían mi misma edad, excepto Toni, el repetidor, que tenía 16.

Por fin terminamos la prueba, se me había hecho eterna. Con diferencia de los 8 minutos, María y Ra habían terminado la prueba con 23 vueltas y los demás rondando las 20 más o menos. Y yo, yo solo había dado 9. Me parecía todo bastante extraño.

Pusimos rumbo hacia la clase de matemáticas. Me senté al lado de Ra y saqué mi libro. Estaban dando las raíces pero de una manera un tanto extraña. Eran muy largas y a mi me costaba bastante tiempo resolverlas. Por ejemplo: la raíz cuadrada de 67890345618, yo tardaba como 10 minutos, los demás en menos de 5 segundos ya tenían la solución.

Lo juro que me estaba poniendo muy nerviosa, el misterio del infinito lo tenía que resolver cuanto antes. Porque eso sería lo que me llevaría hasta el origen de todo lo que estaba pasando.

Los 8 mundos del infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora