Operación rescate: ¡A por ellas! #PD2

1.

Suena el timbre, Camila se pone de pie, se ordena un poco el cabello y corre a abrir la puerta.

—¡Feliz cumpleaños!—grita un poco sonrojada al ver a las mellizas.

—¡Cam!—ambas la abrazan.

—Es genial que tus papás nos hayan dejado la casa por el fin de semana—Allison entra y le entrega una bolsa con 3 potes de helado XL

—Ah... hola chicas—dice Cameron apareciendo por la sala—. Feliz cumplea...

—¡Ustedes!—grita Anne cubriéndose la boca sorprendida—. ¡Par de indecentes!

—No estábamos haciendo nada malo—explica Camila avergonzada.

—Cam, tienes el labial esparcido por toda su cara—Allison le da un pequeño empujón a su amiga—. Y Cameron... tienes la camiseta al revés.

Las mellizas dejan la comida que habían traído sobre la mesa de la cocina y tras ellas, llegan Camila y Cameron.

—¿Trajeron todo?—Camila revisa las bolsas

—Maní, galletas de chocolate, galletas de vainilla, galletas saladas, papas sabor original y sabor queso, tres barras de chocolate amargo y por supuesto 6 litros de helado. Dos de cookies and cream, chocolate suizo y menta...—responde Allison leyendo la nota de compras que Camila le había dado.

—Uff...se me hace agua a la boca—Cameron coge un paquete de papitas—. ¿No compraron gaseosas?

—Le dije a Amber que las trajera—responde Camila.

Un ruido proveniente de la entrada llama su atención; Amber entra en la cocina cargando su mochila negra, al parecer demasiado pesada.

—¡Hola perras!—grita—. Y Cameron...—añade al ver al chico—...¿dónde está Aaron?

—Dijo que llegaría en la noche—responde Cameron.

—Amber, ¿trajiste lo que te pedí?

—Seh...—Amber deja su mochila sobre la mesa provocando un sonido de vidrio—, boalá.

Abre la mochila y saca dos botellas de Vodka y una de pisco.

—Amber, tenías que traer algo para beber—protesta  Allison revisando las botellas de alcohol.

—El vodka se bebe Alli, además tambien traje una Coca-Cola para mezclarlo—saca una botella mediana de gaseosa.

—Eres increíble—gruñe Camila—. Si me descubren mis padres...

—Tus padres llegan el lunes, Cam, tenemos más de 48 horas para emborracharnos, vomitar todo lo que bebimos y seguir pareciendo niñas buenas.

—¿No haremos eso verdad?—pregunta Anne preocupada.

—No, no lo haremos. Así que deshazte del alcohol.

—Camila, eres una agua fiestas.

—Alcohólica—responde ella dándole un pequeño empujón.