4.

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—¡Por su culpa se llevaron a Camila!—grita Cameron dándole un brusco empujón a Ethan

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—¡Por su culpa se llevaron a Camila!—grita Cameron dándole un brusco empujón a Ethan.

—Y a Anne—agrega Allison cruzando sus brazos.

—También—Cameron golpea la mesa del comedor con fuerza—. Si no encuentro a Camila voy a...

—¡Y a Anne!—repite Allison rodando los ojos—, a mi hermana también la tienen esos tipos.

—¡Ya lo sé!—Cameron masajea su cien—. Me refiero a las dos.

—Cameron, ¿no crees que ya me siento lo suficientemente mal?—pregunta Ethan reincorporándose del empujón que Cameron le había dado.

—Ethan tiene razón—dice Allison, Ethan la mira pero ella no a él, aún seguía molesta—, no conseguiremos nada si seguimos buscando culpables, hay que hacer algo.

—Uhm, chicos...

—¡Aaron ya sé que fue una estupidez!—Grayson lo interrumpe.

—No, no es eso.

—¡Agh, Aaron! ¡habla de una vez!—gruñe Cameron.

—Sé donde están—responde el chico mirando su celular.

—¿Qué?—pregunta Amber y Cameron le arrebata el celular a Aaron—. ¿Cómo sabes eso?

—Cameron me llamó hace un rato para que no olvidara traer refrescos—explica—, yo no sabía como llegar a la casa de Camila, él encendió su GPS, así pude "rastrearlo" y saber la dirección en donde estaba...ahora tengo su señal, seguramente olvidó apagarlo.

—O sea que los podemos ubicar—Ethan le quita el celular a Cameron y examina el pequeño mapa que indicaba cómo llegar hasta donde estaba el celular de Cameron—. Ésta aplicación nos ha salvado dos veces..."Growgreen, 1092".

—Está a...—Cameron se acerca más a la pantalla del celular—...trece kilómetros.

—Necesitamos un auto—Amber toma un pequeño llavero con un pulpo rosa—, y creo que ya encontré uno.

—¿De dónde...

—El tío gay de Camila—responde ella interrumpiendo la pregunta de Aaron.

—Bien, ¿qué estamos esperando?—Cameron avanza hacia la puerta—. Vamos a por Camila.

—¡Y Anne!—grita Grayson.

—Y Anne—añade—. No me dejaron terminar.

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—¡¿Estás loco?!—grita el chico rubio quitándose el pasamontañas—. ¡No tenías que disparar Hamilton!

—¿Y qué querías que hiciera, uh?—el oji-azul frunce el ceño.

Operación rescate: ¡A por ellas! #PD2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora