Esta vez es el turno de la venganza, pero un pequeño error traerá graves consecuencias, Ethan y Grayson planean una broma para las cumpleañeras Anne y Alli, una broma que se saldrá de control.
Ahora los gemelos deben enmendar su error con la ayuda d...
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Ethan y Grayson se habían ido a casa hace media hora, prometiendo volver al otro día con las chicas. Ahora solo quedaba Aaron acompañando a Amber quien miraba por la ventana distraídamente.
—Alli y Anne dicen que ya están en casa y que les quitaron sus celulares, para que no te enfades si no responden—dice Aaron mirando la pantalla de su teléfono.
—Mmh...era de esperarse.
—También dicen que vendrán mañana por la tarde, sus papás no las dejan antes.
Amber no responde.
—¿Te ocurre algo?
Amber se gira para verlo a la cara.
—Gracias por quedarte.
—No hay problema—ella se da vuelta hacia la pared, dándole la espalda—. Amber, ¿en verdad estás bien? Nunca te había visto tan tranquila.
—Es que los hospitales no me gustan mucho.
—¿Segura que no hay nada más?
—Bueno...es que estaba pensando en los padres de Anne y Allison, también en Camila, ya sabes, lo que se debe sentir que se preocupen por ti.
—Amber... —Aaron se sienta en la cama junto a ella—. Si quieres llamo a tu familia.
—No, créeme que eso no serviría de nada, está bien, no hay que hacer un drama por esto...—ella lo mira sonriendo—. Estoy bien, en serio.
—¿Sabes qué? No, no está bien—se pone de pie—. No, tu mereces más que esto.
Amber lo observa mientras él se pasea por la habitación. De pronto la puerta se se abre y una enfermera le hace una señal para que Aaron la acompañe, él, luego de lanzar una mirada preocupada a Amber sigue a la mujer.
—¿Qué ocurre?
—Ya te puedes ir—dice la enfermera—. La policía llegará en media hora.
—¿Qué? ¿por qué?
—Bueno, es ilegal ejercer la prostitución. Además ya está de alta, por lo que la vendrán a interrogar por cuestiones del seguro médico.
—¿Por qué?—Aaron insiste.
—Bueno niño, alguien tiene que pagar la "cuenta"—responde intentando sonar simpática—. Escucha, ya has hecho suficiente por esa chica, es hora de que dejes que se las arregle por si misma.
Aaron asiente y entra de nuevo en la habitación con la excusa de que va a buscar sus cosas.
—¿Qué haces?—le pregunta cuando él se sienta en el piso con la cabeza entre las rodillas.
