Esta vez es el turno de la venganza, pero un pequeño error traerá graves consecuencias, Ethan y Grayson planean una broma para las cumpleañeras Anne y Alli, una broma que se saldrá de control.
Ahora los gemelos deben enmendar su error con la ayuda d...
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—Grayson yo...—susurra ella de forma casi inaudible—...yo...
—Hey, está bien—él también baja la mirada decepcionado—. Soy un tonto, no debí haberte preguntado algo así...
Anne se muerde el labio inferior jugueteando con su oso.
—Pero... ¿Seguimos como amigos?—pregunta esperanzado.
De pronto, Anne comienza a reír, primero despacio y luego casi a carcajadas, todos la miran como si estuviese perdiendo la cabeza.
—¡Claro que quiero ser tu novia Grayson!—responde finalmente ya sin poder contener la risa.
—¿En verdad?—el rostro del chico se ilumina—. ¡Joooder, Anne!
Anne asiente y se lanza a los brazos de Grayson tal vez demasiado fuerte, cosa que caen ambos sobre la cama de Amber aplastándola.
—¡Al fin!—dice Camila dando pequeños saltitos.
—Hey, consigan su propia cama—Amber patea el trasero de su amiga para que se le quiten de encima.
—Estoy tan feliz de que todo haya terminado—Aaron se sienta el la cama y acaricia el cabello de Amber, cosa que no es del todo de su agrado.
—Hey chicos, hay que celebrar con una selfie...—Camila palpa sus bolsillos—, mierda...los celulares quedaron en ese lugar, como pude haberlo olvidado.
—Eh eh, no tan rápido...—Aaron se pone de pie.
Él desde ayer llevaba unos pantalones cortos con grandes bolsillos en la parte de abajo. Mientras todos estaban conmocionados porque Camila estaba atada y Anne desaparecida, él guardó los celulares que les habían quitado al comienzo de la noche y que estúpidamente dejaron sobre la mesa. Mete la mano en uno y sustrae tres teléfonos.
—Ehm... ¿Funda azul con nubecitas?
—Es el mio—Allison levanta la mano.
—Funda con la foto de un gato gordo...
—No está gordo—gruñe Camila arrebatándole su celular—, sólo está muy peludito.
—Si tu lo dices...y éste es el tuyo Amber—le entrega uno negro con la parte de atrás rayada con corrector de lápiz y barniz de uña.
—Si le hubiese pasado algo...—besa el pequeño artefacto.
—Bueno...—se mete la mano en el segundo bolsillo y saca dos teléfonos más—...tenemos aquí una funda rosa con lunares, no creo que sea el tuyo Cam...
—No amigo, el mío tiene corazoncitos—bromea Cameron.
—Ya dámelo—Anne enciende su celular—. Mierda, Alli... ¿Revisaste tus mensajes?
—Sip, Jenna me invitó a su fiesta el próximo viernes...
—También a mi, pero no es eso, ¡sigue bajando las notificaciones!
