1. Clase en el laboratorio.

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Erik (un chico con el pelo castaño, de ojos marrones, al que le apasionan los videojuegos y el deporte) y Sarah (su mejor amiga, con el pelo rubio oscuro, ojos claros y a la que le encantan las películas de romance y comedia y sentía un gran cariño por los animales) se dirigen hacia el laboratorio, donde su profesora enseñará un nuevo líquido descubierto hace poco.

-¿Crees que valdrá mucho dinero ese líquido?- preguntó Erik.

-No tengo ni idea, pero probablemente sea caro.- respondió Sarah.

-Entonces, ¡podríamos quitárselo y venderlo! Jejeje.- dijo Erik con tono sarcástico.

-¡No seas tonto! Si te pillan te expulsarán y tendrás que decirle adiós a tu carrera.- contestó Sarah con mala cara.

-Tranquila, tranquila, era broma...-sonrió Erik.

Una vez en clase, se sientan en una mesa que estaba al lado de una gran ventana que daba al patio, desde ahí se podía ver bien a la profesora y al líquido metido en un bote extraño dentro de una caja de cristal, se podía apreciar su color azul y brillante incluso desde lejos.

-¡Buenos días chicos y chicas!- entró la profesora subiendo la voz para que todos guardaran silencio- Hoy os voy a enseñar un nuevo líquido descubierto hace poco. ¡Aún no se han descubierto todas sus propiedades! Y por eso, sois muy afortunados de poder verlo en persona.- dijo emocionada.

La profesora abrió la caja y, con una jeringa, cogió un poco de líquido, después se giró hacia su izquierda y sacó de una jaula uno de los pequeños ratones que tenían para experimentar.

-Veamos...eh...¡Max!- dijo con un tono alto de voz- ¡Ven aquí!, le inyectarás el líquido al ratón y anotarás en tu libreta los efectos que tenga en él, después lo que hayas anotado se lo enviaré a un viejo amigo mio que es un gran científico y le ayudaremos un poco en su investigación.

Max se acercó, cogió el ratón en una mano y la jeringa en otra e inyectó el líquido en el ratón, a Sarah no le hacía mucha gracia lo de utilizar a los animales para experimentar pero no podía hacer nada aparte de mirar.
El ratón, en la mano del alumno, comenzó a ponerse histérico y empezó a caerse su piel al instante, este saltó de la mano del chico y empezó a corretear y saltar por la mesa como loco. Todos se asustaron y se levantaron inquietos quedándose retirados de la mesa, pero este ratón sin pelo, casi sin piel, se tiró contra la profesora y le mordió en la mano.

El animal iba hacia Max cuando éste cogió un tubo de ensayo y le dió con todas sus fuerzas a la pequeña criatura que salió disparada por una ventana.

A todo esto, todos miraron a la profesora asustados, a esta se le pusieron los ojos blancos y su piel se estaba cayendo. Empezó a ponerse pálida y a agitar los brazos de manera extraña mientras todo su cuerpo temblaba, de repente, se quedó callada, quieta, totálmente inmóvil, de pie, con la cabeza mirando hacia abajo.

Al Final Del PuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora