9. El puente.

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-¡Sigue corriendo! - gritó Erik.

Ya habían perdido la cuenta de los zombies que les seguían... 25... 32... El número iba creciendo muy rápidamente y los chicos daban su máxima velocidad. ¿Cuánto más podrían aguantar?

Y así se encontraban ya en el comienzo del puente.

-¡Lo veo! ¡Veo el final! - gritó de nuevo Erick entre rápidos respiros.

Allí estaba, al final del puente, luces. Las luces que brillaban con intensidad ya casi en la noche, las cuáles se encontraban a unos 6 metros del suelo, esa debía de ser la altura de la muralla improvisada que se construyó.

Llevaban unos 200 metros recorridos, cuando se dieron cuenta de una cosa.

-¡Erick! - gritó Sarah- ¡Tenemos un serio problema!

Entre los coches, cerca de la muralla, se divisaban unas figuras, las cuáles eran reconocibles por sus extraños gestos... Cientos de caminantes, incluso podría haber más, estaban pegados al muro. Los cuáles estaban comenzando a mirar en dirección de los dos chicos.

-¡Oh, mier**!- dijo Erick. Mientras seguían corriendo.

No querían ni siquiera mirar hacia atrás, con lo que se oía era suficiente para saber lo que había. Se escuchaban cientos de pisadas, un sonido pisaba al otro, golpes con coches que se daban las criaturas al correr de manera tan alocada, caídas, etc... Un tropiezo aquí podía ser el fin.

A los 100 metros más recorridos vieron cómo los zombies de cerca del muro empezaron a correr en su dirección, uno tras otro, la primera fila tras la segunda. ¿Qué se supone que harían ahora? En pocos metros les iban a cerrar el paso. Y debajo de Erick y Sarah había unos 100 metros de caída hasta el agua.

-¡Dios! ¿¡Y ahora qué hacemos!?- dijo Sarah mirando a Erick muy preocupada.

Erick no respondió, apretó los dientes y siguió corriendo mirando hacia el frente, observando a lo que les venía.

De repente, se oyó entre las pisadas y los gritos de los zombies algo que parecía el sonido de una gran puerta de hierro chirriando abrirse. Esa puerta era de la muralla.

De ella salieron vehículos a toda velocidad. Tres jeeps militares con soldados armados.

*Bang bang bang*

Disparos. Los jeeps se abrían paso entre las criaturas que venían de la muralla, las cuáles intentaban de alguna manera agarrarse a los vehículos e intentar subir. Cada jeep tenía dos soldados en lo alto disparando, un copiloto que disparaba con su arma por la ventana y el conductor.

Se acercaban en formación en línea, uno al frente, con una pequeña modificación en el vehículo, unos palos de hierro que funcionaban como un rastrillo quitándose a los zombies de delante, otro jeep en el medio y otro atrás.

A 500 metros de la salvación. Los dos jóvenes ya casi iban a chocar con las criaturas que se dirigían hacia ellos.

-¡Aah! ¡Qué hacemos!- gritaba Sarah- ¡No podemos parar, ni seguir! ¡No van a llegar a tiem...!

-¡Sí que lo harán!- le cortó Erick.

El primer jeep derrapó dándose la vuelta en frente de ellos y cubriendo al segundo que se paró justo al aldo y delante de los chicos. Éstos se pararon en seco. El tercer vehículo se colocó al lado de este último, cubriéndolos.

-¡Vamos, subid!- gritó uno de los soldados de encima del jeep.

Erick ayudó a Sarah a subir la primera. Las criaturas ya estaban a sus pies, eran demasiadas para que los soldados las contuvieran a todas.

Una de ellas se abalanzó sobre Erick.

-¡Aaah!- gritó éste mientras caía al suelo con la criatura mordiendo su brazo, el cual estaba protegido por las revistas que se colocaron envueltas en cinta. Con el otro brazo intentaba coger la escopeta, la cual se le había caído.

-¡Erick!- gritó Sarah, al instante cogió su espada y desde el jeep atravesó la cabeza del zombie que estaba encima de Erick.

Seguidamente éste se levantó apartando a la criatura a un lado y Sarah le dio la mano ayudándolo a subir al vehículo.

-¡Vámonos!- dijo uno de los soldados.

Los tres jeeps se pusieron en marcha en la misma formación, los chicos iban en el del medio para estar más protegidos. Ya iban camino de la muralla. Los soldados seguían disparando a los caminantes que estaban en su camino.

Entre los soldados estaban sentados, casi tirados en el suelo de la parte posterior del jeep, los dos jóvenes. Estaban agotados.

Erick , sobre sus codos y rodillas, levantó la cabeza para mirar a Sarah, la cual estaba sentada apoyada en sus manos justo al lado suyo.

-Me... me has... salvado...- dijo el chico entre respiraciones.

Ella le miró.

-Tú eres... el que me ha salvado... de esta locura.- respondió Sarah.

Erick se acercó a ella, de manera que dejó centímetros entre los ojos de ambos y la miró fijamente.

-Te quiero- dijo, colocando una mano en la mejilla de la chica.

Sarah le observó con dulzura y le respondió- Yo también te...

Erick la cortó... con un beso.

Justo pasaban por la puerta de la muralla, de fondo las luces, las cuáles dibujaban la silueta de los dos jóvenes unidos, mientras Sarah colocaba los brazos alrededor del cuello de Erick y cerraba los ojos, correspondiendo al beso.

Al Final Del PuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora