Después de llegar de visita con su familia a Francia, en 1789, SeHun conoce al hermoso y ambicioso LuHan en la fiesta de la Reina María Antonieta. La clase social y los prejuicios de la época le impide a SeHun mostrar su amor en público por el joven...
Mis compañeros comienzan a salir apresurados, el timbre anuncia el fin de la jornada escolar y como cada viernes deben prepararse para asistir a una fiesta, esta vez en casa de Jongin.
Espero a que todos salgan mientras recojo mis cosas sin mucho ánimo. Tao me mira un poco apenado, pues sé lo entusiasmado que está por la fiesta. Con un leve movimiento de mano le hago saber que esta bien si se va, de todas formas no tengo ganas de hablar con nadie.
El salón se ha vaciado, sólo quedamos el profesor Nam y yo. Tranquilamente se planta frente a mí
-¿Se encuentra bien? - Otra mirada de preocupación. Por tercera vez en el día, un profesor distinto me pregunta lo mismo. Levanto la mirada para intentar lucir convincente con mi respuesta.
-Sí profesor Nam. -Contesto.
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-Luhan, quizá no hayamos iniciado el ciclo escolar de la mejor forma, sin embargo, sus profesores y yo estamos un poco preocupados por usted. Sus notas son excelentes, y al principio teníamos ese problema de actitud. -Se recarga sobre el pupitre que está a su costado.-Ha mejorado bastante, ninguno de sus compañeros ha vuelto a quejarse de usted y sus contestaciones malintencionadas, aunque su aspecto físico es lo preocupante. - Quisiera que dejaran de verme con lastima, no soporto ese tipo de miradas. - Sabemos que a su edad, es demasiado fácil conseguir sustancias dañinas para su salud...
Lo sé, las ojeras se han marcado más, mi cara luce aún más pálida, a pesar de que he tratado de ocultarlo bajo algunas capaz de maquillaje.
-Profesor, si usted y los demás estan pensando que consumo drogas, déjeme decirle que se equivocan. - Masajeo mis sienes, el dolor de cabeza ha vuelto.
-Lo siento Luhan, realmente estamos preocupados, sino es el caso, sabe que puede hablar con nuestro consejero, conmigo o con algún profesor de su confianza.
¿Hablar? No quiero hablar, me tomarían por loco y no estoy para volver a ser el 'niño drogado'.
-Si lo deja tranquilo, no consumo drogas, no tengo problemas en casa ni nada por el estilo. -Lo miro fijamente, tratando de ocultar el dolor que taladra mi cabeza. - Sólo estoy estresado por mis calificaciones, lo que me ha llevado a dormir poco.
-Luhan, tómese las cosas con calma, es su último año, disfrute la vida. - Una sonrisa sincera se forma en sus labios. -Usted me recuerda a mí, y veáme, no fui un vago como todos creyeron que sería. -Asiento de manera lenta. - Ande Luhan, vaya y diviertase en la fiesta de su novio. - Alzo una ceja.
Ahora resulta que hasta sabe sobre mis amorios.
- Sé lo que esta pensando, aquí todos nos hemos dado cuenta de que Jongin es la relacion más estable que ha tenido y es un buen chico, aunque no creo que sea su tipo.
