Después de llegar de visita con su familia a Francia, en 1789, SeHun conoce al hermoso y ambicioso LuHan en la fiesta de la Reina María Antonieta. La clase social y los prejuicios de la época le impide a SeHun mostrar su amor en público por el joven...
-Por supuesto que sí, no he ido a una fiesta en años - La veo maquillarse y acomodar su cabello. De esa manera luce inocente. - Para ser exacta desde que fuimos juntos a la escuela.
-¿Bromeas? Tu hermana se quejaba todo el tiempo con el príncipe porque salías de fiesta, bebías demasiado y comenzabas a levantar sospechas sobre nuestra raza.
-Tuve mi época de rebeldía al igual que tu. -Pasa a mi lado para tomar su abrigo.- Además quiero estar cerca de tu mascota.
-No creo que vaya a gustarte lo que veras.
-Si te refieres a las muestras de afecto para con su novio, no te preocupes, ya los he visto y no lo culpo. -La sigo por el pasillo hasta llegar a la puerta. - Su novio es está para saborearlo hasta la última gota.
La miro detenidamente, advirtiéndole que no puede alimentarse de él.
-No te preocupes, no pensaba tocarlo. El banco de sangre ha sido bastante generoso con sus donaciones.
-Así que eres tú quien ha estado saqueando el lugar. - Abro la puerta, sale primero y la sigo.
-Somos los únicos que tomamos sangre de segunda, no es tan buena como dices, pero me mantiene saciada.
El claxon del auto de Chanyeol corta nuestra conversación. Kyungsoo agita la mano para saludarnos y aprovecha para indicarnos que los sigamos.
-Esa es la señal Sehunnie. - La inocencia con la que lo dice es aterradora. - Vamos a divertirnos un poco con esos hormonales.
Caminamos hacia el auto para subirnos y poder seguirlos. La casa del novio de Luhan esta a veinte minutos de aquí, lo que me dará el tiempo suficiente para pensar en cómo me acercarme a él y amenazar a Hyuna para que no haga travesuras.
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LuHan
-Hannie, vamos a bailar.
-No tengo ganas. - Bebo de un trago el resto de la bebida que Tao me dio.
-¿Entonces para que me pides que pase por ti si no querías venir?
- Yo no dije que no quería venir. - Contesto. - Dije que ahora no tengo ganas de bailar.
-Si no vas a bailar iré a divertirme sin ti. - Frunce el cejo. - Sabes que amo las fiestas y tú has estado peor que siempre. - El reproche en su tono de voz es demasiado evidente. - Así que no vengas después a pedirme que te quite de encima a tu novio, porque no lo voy a hacer. - Se pone de pie para irse.
