Anhelando

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Abrazarte se siente tan bien, pero ¿quién eres?

... Me levanté recordando aquel extracto de mi sueño, probablemente el último de mis sueños. Pues dicen que cuando soñamos, sólo el último de todos nuestros locos sueños es el único que recordamos. Por la misma razón siempre me pregunto: ¿qué pasará en mis otros sueños?... Mas aquel día, sobre todo, me preguntaba quién sería aquel chico, más bien un joven hombre que abrazaba y me hacía sentir tan plena. Es así, sin haberlo experimentado en la realidad, cómo pude saber lo que es un verdadero abrazo...

Eran las 11:10 a.m cuando desperté, a un minuto de la hora de los deseos, y sin conocer a aquel individuo, estaba en mi mente... Aunque soy de las que creen que puedes pedir un deseo a la hora que desees y en el lugar que desees; pues Dios siempre nos escucha, y Él es realmente el Señor de los deseos, de nuestra alma y de nuestro corazón... Él es todo, vale la redundancia.

Ya me preparaba para salir de casa, y no precisamente de paseo; esta vez debía ir a una reunión para el proyecto que teníamos que presentar al final del proceso. 

-¡Llegaste! - me dijo Eliza, una de mis compañeras del proyecto.

-¡Hola! - le dije - ¡estamos listas para comenzar y terminar eso hoy mismo! - añadí con un tono de optimismo y a la vez riendo.

-¡Tú sí que sabes! - me respondió también riendo.

-Chicas, ¡¿qué tal?! - saludé sonriendo a Dahia y a Maga, quiénes ya se habían puesto manos a la obra.

La tarde resultó agradable, ese día no hizo mucho sol y enhorabuena, pues nos regresamos en metro a la Universidad... Y al llegar a la misma, me percaté de un mensaje entre mis notificaciones, era él...

-Qué lindo que me hayas hecho esperar...

¿Estaba molesto o qué? Me escribió aquel mensaje luego de acordar vernos por la tarde, y sin duda acepté... ¿Por qué me negaría a pasar unos minutos con aquel amable desconocido? Mas fue un desacierto de su parte enviarme ese tipo de mensaje...

-A ver, yo te dije que sí nos viéramos, pero no es mi culpa que la metro se haya demorado tanto; así que si quieres pensar que lo hice de adrede, realmente no me conoces...

-Quiero verte Ornella... - me contestó al instante.

Leí el mensaje una y otra vez...


Amable desconocido.Where stories live. Discover now