Des-conocer

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Habían pasado varios días, hasta que volví a saber de él... Todos estábamos en los últimos días, sea de clases o en el proceso final de admisión, que era tanto mi caso como el de mis compañeros.

-Ane, ya nos queda este examen y el final, ¿estamos listas no? - le dije, tratando de recordarnos que si Dios está con nosotros, todo es posible.

-¡Claro! Obvio iremos con algo de miedo, pero debemos ignorar eso. Es así como se prueba nuestra fe, ¿no?

-Tienes toda la razón, lo haremos bien, ¡ya verás!

Estábamos felices, aunque sabíamos que ya dentro de la universidad podríamos dejar de vernos, pero sabíamos que avanzaríamos; y avanzar es bueno. Teníamos claro que la amistad, cuando es sincera, perdura... y era nuestro caso. Nos habíamos encariñado mucho en tan poco tiempo, y eso hablaba por sí solo. Es de aquellas amistades que no las ves venir, sólo pasan y se convierten tan importantes para ti... ¿por qué el enamoramiento no puede ser así? Cuando es de aquellas relaciones que, se supone, que uno se llega conocer más que bien, y no me refiero físicamente, sino espiritualmente a una persona. Reflexionando sobre aquel tema, asimilé la razón de mi temor a ese tipo de relaciones: conocer y desconocer.

... Tal vez, esa misma era la razón por la que me costaba romper los muros que protegían mi corazón, sólo tal vez...

Por la tarde, había despejado mi mente, era necesario, pues teníamos el penúltimo examen... Y gracias a la gracia divina, nos había ido excelente. A todos al parecer, salimos en grupo de la clase, sonrientes y con las vibras como en una armónica sinfonía. 

Y de repente, me halaron del brazo...

-¿Puedo hablar contigo? - me dijo Jakob, ''¿de dónde apareció?'', pensé.

-Claro, espérame un momento, ¿sí? - le dije, tratando de no mostrar sorpresa alguna en mi rostro.




Amable desconocido.Where stories live. Discover now