Abri despacio los ojos porque mi cabeza no dejaba de dar vueltas.
¿Dónde estoy?
Mire hacia abajo y me encontré tumbada en una cama con sábanas blancas y grande, la habitación era acogedora de un tono color miel en las paredes y un suelo de madera.
Vale, esta no es mi habitación.
Me giré despacio y me encontré a Gilindky tumbado a mi lado, tenía aún los ojos cerrados y no llevaba nada puesto, bueno, de camiseta.
Por qué espero que lleve algo debajo de la sabana.
¿Qué llevo puesto?
Gire la cabeza otra vez para verme a mí misma, llevaba una sudadera de color gris bastante grande, unas dos o tres tallas más que la mía.
Supongo que será de Gilinsky.
No llevaba nada más debajo, ni mi sujetador, solo mis bragas.
Me quede durante 5 minutos mirándole embobada.
Madison, ¿qué haces?
Me giré mirando al techo aún pensando cómo había llegado hasta ahi.
No recuerdo nada.
Lo último que recuerdo es a ver bebido mucho y a Gilinsky sujetándome en brazos.
- Buenos días.
Me giré despacio.
No conozco a Gilinsky de nada.
Y por lo que me han contado, se suele follar a todas las guarras que pueda.
Y suele ser muy borde.
Note como sus ojos me miraban de arriba abajo.
Por favor, por favor que no nos hayamos acostado.
- ¿estás bien?
No quiero ser borde con él porque está siendo bastante majo conmigo pero..
¿QUÉ COÑO ESTOY HACIENDO EN SU HABITACIÓN?
-Si, gracias
Dije aunque estaba muy, muy enfadada por dentro.
Derrepente la puerta se abrió de par en par.
- Tio ¿sabes dónde hemos dejado la dr..?
En ese momento Nate se paro de golpe.
- Derek mira se ha traído a la Madison a la cama.
Se escucharon unos pasos hasta la habitación.
- ¿qué? Esta se broma ¿no?
Me tape con la sabana hasta la cabeza.
Gilinsky se levantó de la cama tirando la sabana encima de mi.
Menos mal que lleva ropa debajo.
Llevaba unos pantalones de chandal que dejaban ver unos pelos subir por su abdomen.
Eso me gusta.
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GILINSKY | Jack & Jack y Madison beer |
Fanfiction- ¿Tu eres jack? ¿El verdadero Jack gilinsky? - ¿tú también quieres una foto? No tengo tiempo ahora. Soltó lo más borde que pudo. - No, no, solo quiero un abrazo. Y se acercó a mí rozándome con suavidad.