Aun seguía montada en el taxi.
¡Maldita sea! Sí que está lejos mi casa.
Y encima no tengo dinero para pagarlo.
Esto lo va a pagar el.
¿Cómo he podido desnudarme delante de él?
Y.. ¿Cómo ha podido desnudarme mientras dormía?
Es la primera vez que estoy desnuda delante de alguien.
No le entiendo.
No me entiendo.
Me quede bastante rato pensando en las cosas que habían sucedido hasta ahora mientras miraba mi propio reflejo del cristal.
Me emborraché por culpa de Alison.
Alison estaba coqueteando con johnson.
Fui a buscar a Gilinsky para vengarme.
Que mala soy ¿no?
Me retaron sus amigos y..
Aparecí en casa de Gilinsky con otra ropa.
Con una sudadera grande y suave de color gris.
Me encanta esa sudadera.
¿Porqué se la habré dado?
Seré idiota.
El taxista aparcó enfrente de mi piso.
Menos mal, porque me duelen los pies, la cabeza, el estomago..
- Son 110$ señorita.
¡Qué! Que caro ¿no?
¿He venido en un taxi de oro sin enterarme?
Me baje del coche acercándome a su ventanilla.
- Envíale la factura al señor Gilinsky, Jack Gilinsky.
Dije mientras me alejaba del taxi gritando su nombre.
Entre por la puerta del edificio cerrándola detrás de mí.
Apesto a cerveza.
Me acerqué al ascensor y espere, con ansias, a que llegara a la planta donde me encontraba.
Más rápido.
Por favor.
Subí al ascensor y con mucha, mucha suerte no había nadie.
El ascensor se paro en el tercero, y yo vivo en un cuarto.
¡Mierda!
- Buenos días señora Gray
Dije educadamente mientras ella me saludaba con la mano.
- Necesitad una ducha
Dijo la señora Gray susurrando.
Aunque parezca mentira sí que necesitaba esa ducha.
Pero no hacía falta que una mujer arrugada casi de 100 años me lo dijera
¿O sí?
Por fin el estupido ascensor paro en el cuarto piso.
¿Dónde están mis llaves?
No me jodas.
Seguro que la perdí anoche mientras bailaba o cuando me desmayé o lo peor, en casa de Gilinsky.
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GILINSKY | Jack & Jack y Madison beer |
Fiksi Penggemar- ¿Tu eres jack? ¿El verdadero Jack gilinsky? - ¿tú también quieres una foto? No tengo tiempo ahora. Soltó lo más borde que pudo. - No, no, solo quiero un abrazo. Y se acercó a mí rozándome con suavidad.
