Werewolf (Gohan y Videl)

Capitulo 4

Después de salir del pueblo, mi tía siguió con el trayecto hacia el aeropuerto de la Capital del Oeste, donde se encuentra la empresa de los padres de la señora Bulma, la Capsule Corporation.

-Aun no se que le vio Bulma a Vegeta- dijo mi tía viéndonos a través del retrovisor tratando de romper aquel silencio, que inicio cuando salimos del pueblo.

Sonreí.

-Lo que Sara le vio a Víctor - respondió Ireza con diversión, mi tía y yo reímos mientras que la nombrada miraba feo a Ireza.

-Ja ja que graciosa- dijo Sara con mucho sarcasmos.

-Pero no te enojes- dijo Ireza tratando de reconciliarse con Sara.

Yo solo reía por la graciosa escena-Ireza estaba abrazando el brazo izquierdo de Sara, mientras le decía que la perdonara-a lo que Sara solo negaba con la cabeza y hací duraron un rato, mi tía y yo tratábamos que no vieran que nos estábamos riendo de ellas no queríamos poner las cosas mas tensas entre esas dos.

-¡IREZA YA SUÉLTAME!- dijo Sara MUY enojada.

-NO hasta que me perdones- dijo mientras apretaba mas el brazo de Sara.

-Cuidado y la dejas sin brazo- dije divertida.

-No te burles Videl esto es serio, Sara no me quiere perdonar- dijo Ireza con una cara de perrito regañado.

-Esta bien, te perdono- dijo Sara resignada, ja no pudo aguantar mas.

Ireza soltó el brazo de Sara mientras sonreía victoriosa, dirigió su mirada sonriente al frente, ella de verdad cuando se proponía algo, lo lograba de verdad no importa los medios.

Dirigí mi mirada hacia la ventana, pude divisar la variedad de edificios, comerciales y autos, si definitivamente ya habíamos llegado a la ciudad, eso significaba que solo quedaban unos cuantos kilómetros para llegar al aeropuerto, me quede así unos cuantos minutos más, voltee mi mirada al frente, y recordé todos los momentos que estaba dejando atrás, iba hacer difícil adaptarse aun lugar donde nadie te conoce, donde tendrías que estar sin tus seres queridos, por que apresar de que mi tía fuera con nosotras y que mamá prometió llamarnos todos los días, no iba hacer lo mismo, no lo iba hacer.

Sacudí mi cabeza, no debo ponerme triste, no debo, esto solo era el comienzo, aun me faltaban 11 años para ponerme a pensar en las personas que iba a extrañar, debía de estar tranquila, por ahora. Mi tía nos miro a través del retrovisor, parecía pensativa, voltee mi mirada hacia la ventana, podía escuchar a Sara y a Ireza hablando de los lugares que visitarían y los centros comerciales a los cuales irían a comprar sus atuendos, pero la que más se escuchaba alegre hablando del tema era Ireza (era adicta a las compras para solo tener 7 años) solo piensen que ya era difícil controlarla estando aquí en la Ciudad del Oeste, ahora imaginen la en California (que horrible). La voz de mi tía me saco de mis pensamientos

-Bueno niñas ya llegamos- dijo viéndonos a la cara- vamos tenemos que apurarnos- dijo mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad, se bajo y nos abrió la puerta de mi lado, nos bajamos y mi tía estaba sacando las maletas, que solo eran cuatro ( tres pequeñas y una grande), más tres mochilas pequeños los cuales nos dio para que lleváramos, después nos dio nuestras respectivas maletas y nos e caminamos hacia la entrada del aeropuerto.