VI. Mi amor y mi desesperación II

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«  Una vez alguien me preguntó:
Si estás enamorada, ¿cómo luce el amor?
A lo cual le respondí:
Como si todo lo que he perdido regresara a mí. »

— Yrsa Daley-Ward

Mingyu llegó al apartamento de Wonwoo pocas horas después, con un pastelito medio comido en la mano. El hecho de que el lugar estuviera medio desierto no le importó, porque sabía dónde encontrar al pianista. Se acercó al sofá y levantó la manta. Sí, ahí estaba, con la cara entre los cojines, como una adolescente deprimida.

— Deja que adivine; no te ha pedido que la acompañes al baile de graduación.

Wonwoo movió la cabeza, mostrando uno de sus ojos entrecerrados.

— ¿Por qué estás en mi casa? ¿Y por qué estás llenado el suelo de migas?

— He venido a ver cómo estabas— Mingyu puso su mano libre en el sofá, dio un brinco y se sentó en la espalda de Wonwoo. Ignorando el grito de dolor que se escuchó debajo de él, puso los pies sobre la mesa —Bueno, estás hablando; eso es buena señal.

— ¿Tan rápido corren los rumores por aquí?— gruñeron los cojines.

— La verdad es que no. Tu "novia" se ha presentado en mi casa hace poco y Katie me ha echado, porque— levantó las manos, para imitarla — "no estaba siendo de ninguna ayuda y no hacía más que molestar" — le dio un bocado salvaje al pastel y le ofreció el resto a Wonwoo —¿Quieres?

— Preferiría no tener tu saliva en mi boca.

— ¿Por qué no? Me he lavado los dientes.

— Apártate de mí— ordenó Wonwoo. Mingyu aceptó a regañadientes y Wonwoo se levantó, despacio, haciendo una mueca de dolor mientras su espalda crujía una o dos veces. Se giró hacia Mingyu, poniendo los pies en el suelo, con cuidado —¿Cómo le va a la señorita _______?

Mingyu terminó el postre y se lamió los dedos.

— Bien. Cuando me marché ya no estaba llorando, pero tengo esto— se señaló su entrepierna —así que no pude hacer ningún comentario de lo que estaba diciendo. Estaba hablando de algo del amor... Bueno, no lo sé.

— Eres de muchísima ayuda.

— Ni que nunca te hubiera hecho ningún favor... Oye, ¿qué le ha pasado a tu cara?

Wonwoo pestañeó.

— ¿Mi cara?

Mingyu le señaló la mejilla.

— Tienes la marca de una mano— su mejor amigo no contestó —Oh, ya veo — sus labios formaron una sonrisa diabólica —Te ha dado, ¿eh? ¡Jaja!— Wonwoo ya no le miraba —¡Bueno, no te preocupes! Lo más probable es que no sea la última vez que pase, así que vete acostumbrándote.

Wonwoo dejó de prestarle atención, centrándose en lo que había dicho antes. "Ya no estaba llorando"... Bien. Esa noche podría dormir mejor. Además, si no se había marchado ya del edificio, era porque no estaba pensando hacer ninguna estupidez. Por lo menos, le gustaba pensar que la conocía lo suficientemente bien como para llegar a esa conclusión.

— Por cierto— dijo, interrumpiendo a Mingyu —¿le has preguntado a Kat si está embarazada?

La sonrisa del francés desapareció, sustituyéndose por una mirada en blanco.

— Sí— se acercó más a Wonwoo —y se rió de mí. Ni sí ni no, sólo... se rió. ¿Qué diablos se supone que significa eso?

— Y yo qué sé. Es tu esposa.

| m u s i n g s |  ♡ wonwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora