Capítulo 8: De vuelta a nuestro cuerpo

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-Pokémon y los personajes le pertenecen a sus respectivos dueños-

[Nota Feérica: ¡Guau! ¡>1K lecturas! ¡Muchísimas gracias a todos y a todas!]

[Nota Feérica: NO es el capítulo final]

[Recuerda: "Ash" = Serena; "Serena" = Ash]

[Este capítulo tiene lugar en el mismo día que el capítulo anterior.]

Nuestros probablemente olvidados pero queridos personajes estaban en el Centro Pokémon de Ciudad Luminalia, Clemont dijo que la máquina requeriría una cantidad de energía increíble; pero él le podía dar esa cantidad si la conectaba a su Gimnasio. Por eso están aquí. No es que yo haya forzado demasiado el espacio moviendolos de ciudad en cuidad, cómo creen...

Ahora eran las altas horas de la noche. "Ash" estaba en su cama, pensando. A lo lejos podía ver a Clemont, en el sillón, roncando y mencionando de vez en cuando que aceptaba el premio nobel.

En cuanto a "él", seguía pensando sobre lo que posiblemente pasaría en unas horas. Claro, había todavía muchas cosas que "él" hubiere querido hacer, todavía le faltaba hacer una copia de las huellas dactilares de Ash, conseguir el acta de matrimonio y otras cosas... pero; hasta ahora parecía que lo mejor era que regresara. Podía sentir que haría algo impropio si seguía así.

-Fue divertido mientras duró..- murmuró a la par que cerraba sus ojos para dormir un poco.

-'¡Maestra, maestra! ¡¡Ayudeme, Braixen me quiere matar!!'-

-¿uh?- "Ash" abrió sus ojos y lo primero que vió fue a la Pokémon Vínculo sacudiendolo para despertarlo -¿Sylveon? ¿Dónde estabas?- el entrenador cerró sus ojos y se los talló con sus manos para despertarse del todo. Cuando los abrió de nuevo, ella ya no estaba.

-'YYYYYYYYYYLVEEEEEEEEEEE'- Un grito se escuchó en otro lugar.

Al instante, "Ash" casí se tiró de la cama y fue corriendo a la fuente del grito. Cuando se asomó desde la esquina, encontró a su Braixen molesta, su Sylveon retorciendose de dolor, probablemente el Bunnelby de Clemont mirando a la Pokémon adoloroda con ojos vacíos y.. ah, un pilar de cemento de algún Conkeldurr, roto. Esto sólo podía significaba algo; a Sylveon le tocó tabla. Por vigesima séptima vez.

-'Arceus, ¿eres tú?'- deliraba la Pokémon a quien le habían arremetido con una 'tabla' gigante de cemento, mientras miraba con cierta desesperación a un foco del techo a la vez que tenía su pata levantada tratando de agarrar la luz.

Braixen sólo se quejó y cruzó los brazos. El Bunnelby seguía quieto. Y "Ash" estaba con cara de 'WTF?' y a la vez de '¡¿Qué está pasando aquí?!'

Después de haber agarrado algo de la nevera para entretener el estómago, el entrenador y sus Pokémon se sentaron a hablar. Era una maravilla de la conveniencia que la ruptura de un bloque de cemento y el grito de una Sylveon a todo volumen no hubieran despertado a todos en el edificio. En una silla de cuero estaba "Ash", mientras que en el sillón estaba Braixen con una manzana a medio comer, Bunnelby sostenía una cajita de cereal mientras seguía viendo a la no-tan-pobre víctima y esta última; estaba enyesada de cuerpo completo, incluyendo los 'listones', con unos aparatos típicos de hospital al mismo tiempo de tomaba con dificultad una caja de jugo de durazno.

-A ver, ¿qué paso? ¿Por qué le aventaste un bloque de cemento a tu 'hermana'?- dijo "Ash" mientras le daba un trago a su vaso de jugo.

-'Ella se lo buscó'- expresó Braixen renegando.

-Esa no es manera de arreglar las cosas- respondió la verdadera Serena con un instinto para hablar con su Braixen.

En medio del regaño, Clemont apreció somnoliento, como si se hubiera acabado de despertar; incluso se estaba tallando la cara con las manos.

Body Swap: En el Cuerpo de mi CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora