Anónimo xx

Capítulo 4:

Carta N°4: "El chico de la sonrisa blanca"

Me levante mas tarde de lo normal, por lo que tuve que vestirme y cepillarme los dientes a toda la velocidad que podía.

Me puse unos jeans, una remera blanca, camisa a cuadros, zapatillas y mis lentes.

Corrí al colegio pero por mi estado físico solo pude correr las cuatro primeras cuadras.

Cuando llegue fui hacia mi casillero, busque el libro que necesitaba y me encamine hacia el casillero de Angela.

Estaba caminando hasta allí cuando veo algo que hace que mi corazón se estruje y que los demonios que estaban dormidos en mi mente se despertasen.

Angela estaba allí, riendo y hablando con un chico, el chico que había visto ayer.

Estaban hablando muy animadamente, se sonreían mutuamente, hasta parecía que el le estaba coqueteando.

Él se despidió de ella dándole dos besos en la mejilla y dejándola allí en su casillero, guardando sus libros.

No sabia porque seguía allí mirando, me di media vuelta y caminé a mi salon de clases.

La primera vez que tengo la intención de hablarle y aparece este chico de la sonrisa blanca.

***

Llegué a mi casa vo el peor animo de todos y, para colmo, mi mamá tenía visita para la cena. Eso quiere decir, cuidar a mis hermanos y a los hijos/as de la visita.

Subí enojado a mi cuarto y me puse a escribir la carta de cada día.

Estupido chico de la sonrisa blanca. Es mas que seguro que el ya este saliendo contigo o que ya te ha besado. No estoy diciendo que seas una fácil, Angela, simplemente el es demasiado perfecto, al menos lo es más que yo.

Espero no cruzármelo de nuevo, la verdad es que no me siento a gusto cuando el está a tu alrededor.

Nos vemos mañana.

Anónimo xx

***

Ya estaba cambiado y listo para sufrir... Digo... Recibir a la visita.

Comencé a ordenar un poco el salón ya que las cosas de mis hermanos estaban por todos lados.

Lanze no iba a aparecer esta noche, el se quedaba en la casa de su 'mejor amigo'. Ejem, gay, ejem.

Qué? Aún cabe la posibilidad de que lo sea. Por su manera de vestir y eso.

Tocaron el timbre y tuve que ir yo a atender. Una señora un poco menor que mi madre se encontraba en la puerta, tenía alrededor de unos 38-40 años.

-Hola, soy Ariel, una amiga de tu madre. Tu debes ser Lanze, tu madre habla muy bien de ti.- la mujer enseñó una gran sonrisa blanca.

-Yo.. Soy Julian, no Lanze...-

-oh, disculpa. Mi error, tu eres Julian. Tienes la misma edad que mi hijo-

-oh que bueno- le di una sonrisa casi mueca e hice un lugar al costado de la puerta- bienvenida,pase, mi madre se encuentra en la cocina.-

-muy amable Julian, en un momento viene mi hijo a hacerte compañía- la mujer paso por al lado mío y se fue hacia la cocina.

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En la imagen 'el chico de la sonrisa blanca'.

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Nos leemos en el siguiente capítulo ;)

xUnicorniox