QUIEN ERES?? CAPÍTULO 22

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-Así que por fin sabes quién soy - lo dijo proyectando una sonrisa placida, me tomo de la mano para luego mirarme a los ojos - no sabes cuánto he esperado, pero sabía que ese tiempo lo necesitabas - me dijo con ilusión en sus ojos mientras pasaba la palma de su mano alrededor de mi rostro, cerró sus ojos y se acercó lentamente para buscar mis labios. Por instinto solo pude agachar mi cabeza, estaba de cierta manera confundida y de algún modo sentía miedo, no entendía nada.

Al no encontrarme abrió sus ojos así que nuevamente le hice frente - ¿qué quieres de mí? - lo dije algo agresiva, lista para lo que sea, después de todo en él no se podía confiar, o eso era lo que me habían dicho. El alejo su mano de mi rostro, un tanto confundido pero aun así con una sutil paciencia me respondió - yo solo quiero protegerte, no hay nada más que yo quiera hacer - me sentí aún más confusa, ¿protegerme?, no había nada de lo que tuviera que protegerme, no era necesario, pero aun así pregunte; quizás la mente del dueño de aquellas palabras estaba aún más confusa que la mía - ¿protegerme de qué? - él sonrió obstinado, miro al suelo, pero aún con su orgullo sobresaliendo de su rostro me dijo tiernamente - de todo... solo quiero estar aquí para todo lo que me necesites, te prometí que te cuidaría y eso es lo único por lo que estoy acá, para protegerte de cualquier cosa o persona que te puede hacer daño ya sea en tu presente, en tu pasado o en tu futuro. No podía dejar de verlo extraño, con una desconfianza que relucía en cada parte de mi ser y no podía ocultar.

Sabía que no era Peeta, y que a causa de él todo el mundo, de mi chico del pan estaba revuelto, y que de cierta manera termino ligado a mi familia; por lo menos de Haymitch - ¿de qué hablas? ¿quién me quiere hacer daño?... ¿tú? - lo dije aún reacia a todo. Él nuevamente sonrió, pero esta vez soltó mi mano - será mejor que no te metas en eso, seré yo quien vengue todo lo que te han hecho, y no permitiré que te toquen... no de nuevo - esta vez miro al suelo muy decidido, me acaricio nuevamente la mejilla y subió rápidamente al cuarto.

Me quedé un instante de pie, no sabía que pensar exactamente, el Josh que me describían siempre era peligroso, pero conmigo era diferente, de hecho, lucía como el chico enamorado, del cual caí rendida. Mire hacía las escaleras, sin importar como se comportaba conmigo era algo seguro que no era igual con los demás, así que solo subí para buscar en donde estaba; cuando llegué él se acomodaba unas botas negras, parecía tener afán por irse, sin querer al entrar note la piel desnuda de su espalda, miré a otro lado al sentir invadir su privacidad, aun así, nuevamente me quedé observando.

Me acerque lentamente sorprendida por lo que podía ver, estaba hipnotizada; me acerque hasta poder tocar cada cicatriz que había en su espalda, era impresionante, la cantidad de golpes que aún su piel dejaba ver, no había espacio en la que no hubiera alguna. El joven al sentir mi contacto se quedó quieto - ¿cómo? ...- sentí la sensación de querer llorar, no podía imaginar la cantidad de dolor que podría haber sentido, para que destrozaran su espalda de esa manera; lucían como enormes líneas inflamadas. Duros golpes que terminaron en lo que hoy son extensas cicatrices alrededor de su cuerpo, o por lo menos en su espalda.

Él se giró nuevamente para verme de frente y de esa manera pude ver cómo incluso su pecho lucía pequeñas marcas, no resaltaban tanto como las de su espalda, pero aún se veían estando cerca. Tenía pequeñas cicatrices en su pecho, y algunos morados en sus costillas, junto con algo de inflamaciones, quizás de las golpizas de ayer; no pude evitar humedecer mis ojos, las lágrimas aún se encontraban escondidas, fue hasta que toque uno de sus golpes que comprobé que eran reales y por la expresión en su rostro entendí que aún le dolía.

Tome mis manos y tape mi boca tratando de no llorar, cada instante se volvía más doloroso - ¿qué te ...- no pude terminar, estaba asustada, tenía miedo, y principalmente tristeza; al tratar de entender cuanto dolor este chico podía soportar. Tapé con fuerza mis labios para no llorar, pero no lo lograba, las lágrimas caían al igual que los sollozos nacían.

QUIEN ERES?? (Los Juegos Del Hambre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora