QUIEN ERES?? (Los Juegos Del Hambre)

Quien eres?? capítulo 23

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Después del intenso dolor que salía de mi cabeza, había logrado estar consciente de lo que hacía, me sorprendí al ver a Katniss en frente, y al reconocerla, no dude en preguntar; si yo no estaba consciente era seguro que Josh sería quien estuvo en mi cuerpo todo este tiempo – ¿Katniss?¿Qué haces aquí? – le pregunté sin dudarlo, acaso ¿habría sucedido algo en mi ausencia que la perjudicará a ella?.

Levanté mi mirada para poder verla al rostro ella solo trato de sonreír un poco – sabes deberías descansar, estas muy agotado – me sentí confuso, pero sabía que tenía razón, sentí que mis ojos y mi cuerpo pesaban podría desmayarme en este momento y sería algo muy malo teniendo en cuenta que es ella quien me está llevando, sin hacer más preguntas decidí caminar con la ayuda de Katniss hasta llegar a mi cuarto.

– ¡espera! – dijo Katniss antes de que me acercará a la cama, me soltó para ir directo a las cobijas y de eso modo levantarlas y acomodar los cojines, para finalmente llevarme hasta allí, para poder acostarme; después estar listo para dormir me cobijo y acomodo nuevamente mi cojín, durante el transcurso de tiempo no podía dejar de verla, lucía concentrada y demasiado interesada por cuidarme, cuando estuvo en frente, acomodando mi cabeza, hubo un instante en que nuestras miradas se conectaron, quería besarla, pero la cercanía fue rota en un instante, tras ella ponerse de pie para alejarse de mí – está bien, descansa – aún me miraba, pero se cruzó de brazos y uno de ellos lo levantó para poder acomodar su cabello detrás de su oreja, me sonrió y se marchó del cuarto. Incluso en ese momento no pude decir nada, estaba demasiado agotado y ella dejaba ver que no quería estar ni un minuto a mi lado, le resultaba incomodo, así que desistí de detenerla – gracias – dije antes de que saliera, necesitaba decírselo, después de todo ella es quien me está cuidando en este momento; en tanto cerré los ojos sentí como mi cuerpo descansaba e inmediatamente quede rendido ante la comodidad de la casa.

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Después de aquella pregunta no sentía nada más que un vacío de una persona que se había ido, de cierta manera me sentía culpable al desear que él estuviera acá en vez de Peeta, después de escuchar su pregunta intente sonreír, pero sé que no había dado el resultado que quería ya que obtuve una cara aún más triste de mi compañero que se recargaba en mí - sabes deberías descansar, estas muy agotado – le dije, ya que se notaba en sus ánimos, aunque es muy extraño teniendo en cuenta que son el mismo, pero parece que a Josh nunca le falta energía mientras que Peeta cada día está más agotado.

Durante el transcurso hacía el cuarto no había objeciones, él las había aceptado como un pequeño niño que se dejó guiar y eso me alegró, ya que me sentía extraña comportarme diferente con la misma persona, a pesar de que se todo; aún es extraño para mí.

A penas llegamos al cuarto dejé a Peeta que se sostuviera del marco – ¡espera! – dije al ver como intentaba seguirme. Antes de que él entrara arregle la cama para que estuviera lista, quería que después de entrar solo le quedara acostarse y de ese modo descansar, sin importar cual fuera la personalidad quería cuidarlos a los dos por igual. luego de haber arreglado la cama, tome nuevamente a Peeta y lo acosté en la cama como un niño; le quite sus zapatos y lo arropé, acomode un poco las cobijas para que lo taparán completamente y más tarde acomode su cabeza, estaba tan concentrada en lo que hacía que no me había dado cuenta de la mirada de Peeta hasta ese momento, en que nuestros ojos se cruzaron, sentí como mi corazón se aceleraba ante nuestra cercanía, involuntariamente recordé a Josh en la misma habitación, me puse erguida antes de que mis pensamientos me ganaran la jugada e hiciera algo que probablemente más tarde me perjudicaría – está bien, descansa – mi corazón se encontraba a mil, decidí cruzar los brazos en un desespero al intentar calmar mi pecho, deje de mirar a Peeta porque me sentía incomoda el tener la sensación de querer besarlo y estar junto a él tal y como estuve con Josh. Quité el mechón de mi rostro para calmar mi ansiedad, sin más decidí irme, él necesitaba descansar – gracias – le escuché decir, así que le regalé una sonrisa antes de cerrar la puerta.