Aquel día había comenzado con una gran nube de lluvia sobre ciudad Inazuma.
El aire se encontraba húmedo y hacía bastante frío, aun siendo primavera los días lluviosos eran muy fríos.
Una joven de cabello gris, atado en dos trenzas, se encontraba en la entrada principal del instituto Raimon, esperando pacientemente a que las personas que la acompañarían durante el resto del día llegaran.
- ¡¡Ya estoy aquí!! - gritó una voz femenina desde lo lejos.
La joven de trenzas dirigió su mirada hacia la derecha y una pequeña sonrisa decoró su rostro al ver a una chica morena, de cabello rosado oscuro y largo, correr hacia ella.
- Buenos días Jade - saludó la joven de ojos lilas.
- Hola Rosie, ¿Te he hecho esperar mucho? - preguntó.
- No, he llegado hace poco - contestó la de trenzas, sonriendo con calma.
- ¿Ha llegado ya Skie? - preguntó Jade mirando hacia todos lados.
- Allí esta - dijo Rosie señalando con la mirada a la joven de cabello azul oscuro que se acercaba corriendo.
- ¡¡Siento llegar tarde, me quedé dormida!! - se disculpó la peli-azul mientras llegaba a la entrada junto a sus amigas.
- No te preocupes mujer, nosotras también acabamos de llegar - sonrió Jade mientras ponía sus manos en sus caderas - Vamos, seguramente los chicos ya han comenzado a entrenar... aunque me parece un poco raro que el entrenador Marc no haya aparecido aún...
- El capitán Di Rigo ha entrado hace un rato - murmuró Rosie.
- Bueno, ¿A qué esperamos? - dijo la menor de las tres mientras comenzaba a caminar hacia el campo de fútbol.
- Vamos nosotras también - dijo la peli-gris mientras apresuraba el paso para alcanzar a Skie.
- Se nota que alguien no puede vivir sin sacarle alguna foto a "su capitán" - susurró la morena mientras comenzaba a caminar para alcanzar a sus amigas.
(...)
- ¡¡Chicos, no os quedéis sin hacer nada!! - gritó Jade desde los banquillos - ¡El entrenamiento aún no ha terminado!
- Déjanos descansar un rato mujer - dijo JP mientras dejaba de correr y comenzaba a jadear un poco.
- Me muero - susurró Michael.
- Que poca fuerza de voluntad, deberíais ser como Arion - dijo la morena señalando al castaño que aún corría por la cancha.
- ¿Ese tío tendrá botón de apagado? - preguntó Michael suspirando.
- Lo dudo - le contestó Gabi mientras se sentaba en el césped.
- En todo caso Jade tiene razón - dijo el capitán del equipo Raimon - Deberíamos tomar ejemplo de Arion y no rendirnos tan fácilmente - tras decir aquellas palabras un flash le cegó.
- Bien dicho capitán Di Rigo - susurró Rosie mientras guardaba la cámara y sonreía.
- Rosie, si sigues así vas a dejar ciego a Riccardo - dijo Gabi.
- Gabi, da igual, sigamos con el entrenamiento - dijo el castaño de pelo rizado mientras comenzaba a correr otra vez, seguido por su amigo de cabello rosa.
- ¡Vosotros! Dejad de hacer el vago y comenzad a correr también - dijo Jade mientras miraba a todos los chicos que se encontraban sentados en el suelo descansando.
- Jade, ¿No crees que eres muy dura con ellos? - preguntó Skie mientras se acercaba con varias botellas de agua.
- Si no les grito se la pasarían todo el día sentados - se defendió la morena mientras se cruzaba de brazos y fruncía un poco el ceño.
- Jade, deberías dejar de fruncir tanto el ceño, pardiez - dijo Roma cuando se encontraba corriendo cerca de las gerentes - Así te saldrán más arrugas de las que ya tienes - y tras decir aquello comenzó a correr todo lo rápido que puedo.
- ¡¡Roooooomaaaaaaa!! - gritó Jade mientras le perseguía con su maleta, agitándola de un lado al otro, muy enojada.
- Hehe - reía en voz baja Rosie mientras sacaba algunas fotografías de aquella escena.
- Esos dos nunca cambiarán - dijo una voz masculina desde detrás de ella.
- C-capitán Di Rigo - susurró la de cabello gris mientras se daba rápidamente la vuelta.
- Así es - sonrió un poco Riccardo - Te quería preguntar si le podrías decir al entrenador de mi parte que hoy no podré quedarme en el entrenamiento - dijo un poco serio.
- ¿Ocurrió algo malo? - preguntó un poco preocupada la de ojos lilas.
- No te preocupes, es un asunto familiar - contestó.
- Tranquilo, se lo comunicaré al entrenador - sonrió Rosie.
- Muchas gracias - dijo Riccardo.
Tan solo unos segundos después de que el capitán del equipo Raimon hubiera pronunciado eso, el timbre anunciando la hora de entrada comenzó a sonar.
- Riccardo, vamos - dijo Gabi.
- Ahora voy - y tras decir esas palabras el castaño se alejó de Rosie.
- Que guapo es el capitán Di Rigo - susurró Rosie sonrojándose un poco y sonriendo, mientras sacaba algunas fotografías.
- Rosie, date prisa o llegaremos tarde - dijo Skie riendo un poco.
- ¡¡Skie!! - gritó cierto castaño de ojos azules corriendo hacia la peli-azul a toda velocidad.
- ¿Ocurre algo Arion? - preguntó Skie, un poco confundida por el grito de su amigo.
- ¿Me podrías prestar los deberes de Química, por favor? - preguntó, casi con desesperación.
- Déjame adivinar, ayer te quedaste hasta altas horas de la noche entrenando otra vez ¿Verdad? - preguntó la peli-azul cruzándose de brazos y seguidamente suspirando - Está bien... pero a la próxima no te los pienso dejar - dijo firmemente.
Eso mismo dijo la última vez... - pensó JP riendo interiormente.
- ¡Gracias! - gritó el castaño con felicidad en su tono de voz.
(...)
- Todo esto es por tu culpa - murmuró Jade mientras sostenía un cubo de agua, apoyándose en la pared que tenía detrás, que era justamente su clase.
- Te dije que dejaras de perseguirme cuando sonó la campana - se defendió Roma, también sujetando un cubo de agua, pero desde afuera de la clase que había frente a la de Jade.
- ¡Mentira! - gritó Jade frunciendo el ceño.
- ¡Jade, estoy intentando dar clase! - dijo el profesor de la clase de Jade.
- Lo lamento - se disculpó la morena, viendo de reojo como el chico frente a ella se reía disimuladamente. - Maldito...- pensó apretando los dientes.
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Secretos de gerentes
Fanfic¿Alguna vez has estado enamorada/o? Seguramente me dirás que sí. Seguramente también habrías estado pensando mucho en como podrías declararte. A las gerentes del Raimon se les ocurrió que sería buena idea declararse por un mensaje, así que solo por...