[One-shots: FREE!]

One-Shot: Tu brazos son mi lugar perfecto [Makoharu]

Realmente pocas cosas me importan en esta vida, casi nada de hecho...sentí que se me iba la vida cuando lo vi, era la primera vez que estaba tan aterrado. Tanto así que
me quedé congelado, eso no podía estar pasando, irónico ¿no? Que un nadador se este ahogando, era como cosa de risa... No para mí, desperté de mi trance y me lance corriendo al océano. Él había dicho que estaba bien, pero lo cierto es que no había superado su trauma... Fui un estúpido, al no darme cuenta que terror al océano seguia latente.

-¡Makoto!- grité, mi garganta ardió. Pronto me invadió el frío del océano, poco me importo. Lo único que tenía en mente era sacarlo y rápido- ¡Nagisa!- llamé, Rei también estaba en problemas, tal vez fuera muy egoísta de mi parte el hecho de que me estuviera preocupando más por mi nadador amigo, del cual estaba enamorado, que por Rei que a duras penas podía flotar con la tabla.

-¡Si! Haru-chan- asintió mi rubio amigo. Nunca había sentido que abrirme paso en el salvaje agua, con la que había convivido por tantos años, me era tan difícil. Ponía todas mis fuerzas en cada brazada y sentía que no avanzaba nada, absolutamente nada y me estaba desesperando. Cuando por fin llegué, aunque sólo fueron unos minutos para mi pareció una eternidad.

-¡Makoto!- lo sostuve en mis brazos, había perdido la conciencia casi por completo. Me apresuré a sacarlo del agua, lo deje caer con cuidado en la orilla de la playa... Caí junto a él, mientras recuperaba la respiración.
Tenía la vista nublada, busque en ayuda de alguien.

-¡Alguien!- grité desesperado- ¿No hay nadie aquí? - lo único que se escuchó fue el caer de la insistente lluvia acompañada por los truenos y relámpagos- ¡Nagisa! ¡Rei!- la isla estaba desierta. Temblaba de miedo, si algo le pasara yo...

-¡Makoto! Resiste- Resiste por favor. Lo zarandee y nada, Makoto seguía sin reaccionar, le di un par de palmadas en el rostro pero nada que reaccionaba.

-¿Estará herido?- inspeccione su cuerpo, ninguna señal de estar herido.
Sentí su respiración era débil. Sacudí su cuerpo por los hombros, sabia lo que tenía que hacer pero quería evitarlo... Solo eran primeros auxilios, pero eso a mi me iba a costar muchas horas de sueños y viajes al baño en plena madrugada.

-¡Makoto!- le llamé. Nada que reaccionaba, suspire derrotado. Eso no era nada, comparándolo con el hecho de tener que soportar su muerte. Me incliné sobre la arena, comencé a acercar mis labios a sus usualmente brillantes y rosados labios, aunque ahora estaban casi morados por el frío de la noche, trague grueso cuando estaba a sólo centímetros de su boca... Fue entonces que él se sentó de golpe, chocando sus labios contra los míos, sentí mis mejillas arder. Aunque solo fue un contacto que no duro mas de un par de segundos porque él, solo fue un choque accidental provocado por su desesperación de liberar de su sistema respiratorio toda el agua que había tragado...*Coof* *Coof* término él de escupir el agua.

-¿Donde estoy?- preguntó. Sentí la calma volver a mi cuerpo cuando vi el brillo volver a sus hermosos ojos verdes, si algo le hubiera pasado tal vez no habría podido continuar...

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Como lo supuse no podía conciliar el sueño, ese recuerdo volvía para atormentarme a mitad de la noche, aunque hubiera pasado más de una semana de aquello, aun podía sentir sus dulces labios rozando los míos... Me estaba ahogando en un vaso de agua, sólo había sido un accidente y nadie había hablado más sobre eso. No era la mejor opción salir a trotar a las tres de la mañana, pero Iwatobi era relativamente tranquilo y era eso, o terminar en el baño arreglando mi "Bajo problema ".

......

Me encontraba trotando por las calles de iwatobi, bajo la ocuridad de la noche a mi lado...si eran las tres de la mañana pero eso me tenia sin cuidado. No podía conciliar el sueño desde ese día, no estaba seguro de si aquello había sido una alucinación en medio de mi "casi" muerte o si de verdad había ocurrido... Lo cierto es que se sentía tan real, que me despertaba cada madrugada sintiendo unos cálidos labios sobre los míos... No solo eso, también despertaban una parte nada decente de mí. Si, estaba enamorado de mi mejor amigo y siempre lo había estado. Aunque estoy seguro de que él, solo tenia ojos para Matsuoka Rin, un buen amigo... De todas formas aún albergaba un poco de esperanza en mi. No habíamos hablado casi desde ese día, Haru parecía estar evitando quedarse a solas conmigo... Seguro y estaba molesto porque había entrado al océano estando casi seguro que no haría nada mas que paralizarme del miedo, por mi trauma, sabiendo eso decidí entrar y es que no podía dejar a Kouhai morirse ahogado cuando se supone que soy un nadador experto, me sentía estúpido. Aceleré mi paso y cruce la esquina, para ser recibido por un blando muro que extrañamente había cedido bajo mi peso.