Reencuentro

541 55 1
                                    

El sol ya empezaba a esconderse y el trenzado a desesperarse por no recibir la llamada del idiota de Hagen, él sabía muy bien que no era una persona muy paciente y estaba arriesgando su reputación pero al parecer al idiota no le importaba.
Su sonrisa ladina y la picardía en sus ojos al tener abierta su cuenta de la red social más importante, pensando en subir o no la foto... Su pequeña travesura fue interrumpida por la melodía de su celular indicándole que tenía una llamada entrante, estiro sus labios es una sonrisa triunfante al ver el nombre del mariscal de campo en su pantalla.
-¿En dónde está Bill?- preguntó sin saludar al ojiverde, quien notó su desesperación y río sonoramente del otro lado de la línea
-Hola, sí, estoy bien, gracias por preguntar- quiso bromear el castaño de cabello largo y dorado pero se arrepintió al instante al escuchar un bufido molesto por parte del otro chico
-Esta bien, sí, pude comunicarme con él, está en casa de su tía pero no me quiso dar la direcccion. Quedamos de vernos esta tarde en el centro comercial que está al norte de al ciudad ¿Si sabes cuál es, no?- Georg estaba nervioso y no podía controlar su voz temblorosa, Tom lo tenía en sus manos y si esa foto salía a la luz acabaría con su futuro y la vida de su padre... Era mejor no arriesgarse.
-Perfecto, ya sé dónde es. Ni se te ocurra ir al centro comercial, esto es algo entre Bill y yo- sentenció el trenzado y colgó sin esperar a que el otro chico tuviera oportunidad de decir algo más.
Encendió el coche y lo puso en marcha estaba un poco retirado del lugar que él hobbit le había dicho, tardaría tal vez una media hora en llegar debía darse prisa, aunque de por sí ya manejaba a 180km por hora sin darse cuenta.
Sin importarle las miradas de las personas que estaban extrañadas por ver al joven sentado en una de las mesas en el área de comida con gafas oscuras esperaba con ansias encontrar al de rastas bi-color entre la gente, lo buscaba en cada persona hasta que vio una figura alta, delgada y estilizada en la planta baja del centro comercial, vio que se dirigía a las escaleras y no pensó dos veces en pararse para esperar a Bill.
El pelinegro esperaba con paciencia que las escaleras eléctricas lo llevaran a la segunda planta en donde había quedado con Georg, pero se sorprendió al ver a la persona que lo esperaba en ese lugar, giró su cabeza fingiendo no haber visto al trenzado, luchando contra sus lágrimas que otra vez se empeñaban en traicionarlo.
-Estoy sorprendido- susurro cuando llegó a su destino y se acercó al joven que lo esperaba, lo noto nervioso y por un momento pensó ver un poco de arrepentimiento en sus ojos pero ¡vaya, era Tom Kaulitz, el hijo de puta no conocía ese sentimiento!
-Y yo estoy enamorado- fue la respuesta que recibió, sin esperarla, su corazón latió como un desquiciado y no lo podía controlar.
Tom se acercó lentamente a él con sus manos temblorosas y un poco sudadas acaricio la suave y blanca piel del rastudo, lo miro a los ojos por unos segundos para después acercar sus labios y rozarlos tiernamente con los suaves y dulces de Bill.
Por su lado el inocente joven estaba paralizado pero su corazón y su mente solo le decían una sola cosa.
El ángel se había enamorado
perdidamente del demonio.
Hi aquí les dejo un nuevo cap de esta historia espero que les haya gustado y si es así no olviden dejar un voto o un comentario thanks 4 reading! 😘

Juegos Perversos (Toll) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora