LA NIÑA DE MIS OJOS

capitulo 03

Al siguiente día me levante muy temprano, tenía examen. Me bañe, vestí y me dispuse ir a la cocina por algo de desayuno, cuando de repente retrocedí para ver a la sala. Mi madre estaba empiernada con un tipo que no conocía, que nunca había visto. Otros cinco estaban tirados en la sala, cerca de ellos. Pensé que si esto no paraba; en algún momento mi vida estaría en peligro y mi mamá... ... Mi mamá ya estaba completamente perdida.

Cuando entré a la cocina me quede completamente paralizada. Jamas me había dispuesto a conocer a los amiguitos de mi madre, pero sí que los conocía de cara. De vez en cuando trataban de hablarme amistosamente, sobrios. Pero a él, a él no lo había visto nunca; era la primera vez. Estaba en la cocina haciendo café; creo, y urgando en la refrigeradora que gracias a esos borrachos siempre estaba llena. Se impacto al verme, lo vi en sus ojos. En cambio to me llene de vergüenza; no por mí, si no por él. Llevaba su cuerpo casi desnudo, lo único que lo cubría era unos bóxer color negro.

- hola buenos días- dijo, tal como si estuviera en su casa. No dije nada, me quede de piedra por un momento- buenos dias- volvió a decir. Parecía sobrio. Pero no estaba del todo segura; jamas había pasado esto. Siempre ellos estaban tirados en la sala durmiendo y cuando me iba al colegio quedaban quietos como muertos.

- Quien eres?- dije. No sé porque pregunté eso , como si me interesara.

- Sussan dijo que tenia una hija. Una niña dijo ella - decía mientras preparaba el café.

- 17- dije- 17 1/2 para ser mas específicos- me di la vuelta con rabia por haberme llamado niña y terror a la vez de que este sujeto me hiciera algo. Estando borrachos creo que si podía defenderme, pero él; ya habia visto de que si estaba cuerdo. Gracias a mi madre había aprendido a notar la diferencia. Ademas, él no parecía muy viejo; 20, tal vez 21.

- espera Anna- dijo de repente. Me di la vuelta no sé porque- hice un pico de café. No tengas miedo, no estoy drogado. No llevo nada dentro.

-no lo estoy, no te tengo miedo en lo absoluto- dije con la voz más firme que pude encontrar en mi interior. El sonrió, por lo visto no se la creyó.

- tu madre nos hablo de ti. Dice que eres su orgullo, que eres una buena chica, que estas en tu último año en el instituto. Que pronto saldrás.

Rayos! Mi madre ya le había contado a medio mundo mi vida entera.

- y a decir verdad- continuó diciendo- no eres una niña como dijo tu madre. Ya eres casi una adulta.

- claro- dije tratando de cortar la conversación. Fui hacia la refrigeradora y saque una manzana y luego sali de ahí; casi con el corazón en la mano, con miedo a que me hiciera algo. Subí por mi mochila y luego sali. Cuando cruce la sala para salir dijo:

-lindo día Anna!- sonrió

No entendía que me pasaba, no comprendí porqué me detuve a escucharlo, si nunca me intereso entablar una amistad con ninguno de esos bastardos, que lo único que hacían era propasarse con mi madre y las otras chicas que también llegaban a la casa. Estaba loca al oírlo, pero creo que fue por el miedo; quede aterrorizada al saber que él llevaba gran ventaja si hubiera querido hacerme algo, que por dicha no lo hizo y agradecí a Dios por ello.

Ya en el instituto sentí como sus manos se deslizaron sobre mi cintura.

- hola cariño te heche de menos- dijo Dylan, mi novio; al hombre que amaba con todas mis fuerzas después de mi padre. Me plantó un enorme beso y luego me abrazó, como nunca lo había hecho. Porqué estaría tan feliz?

amor, si sabes que fecha es hoy verdad?- dijo con una enorme sonrisa. Cuando estaba a punto de responderle que no tenía ni idea, me dijo:

- hoy cumplimos 10 meses juntos. Que creías que lo había olvidado. Esta vez no cariño, esta vez esta celebración será diferente.- me quedé estupefactada. Por Dios, lo habia olvidado por completo.

- amor- dije casi sorprendida por haberlo olvidado. A decir verdad no lo habia olvidado, la noche anterior había envuelto su regalo. Y de repente, recordé que lo había dejado en la cocina. Justamente la noche anterior antes de hablar con papá estaba envolviendo si regalo en la cocina.

- que sucede cariño? Te ves un poco distraída. Que te sucedió en casa? Todo en orden?- preguntó un poco preocupado

- sí, si lo estoy cariño. Creo que esta vez tú tendrás que perdonarme. Olvidé tu regalo en mi casa, pero... Feliz aniversario mi amor! Mi Dylan!!! - me abrazó tan fuerte como que si no le importó lo que le había dicho, me levantó por los aires en sus brazos y susurrándome al oído dijo:

- no importa cariño. Un obsequio no lo es todo. Tenerte aun en mi vida me hace mas feliz. Te amo!...

Sentí como mi corazón saltó por dentro. Me dijo que me amaba. Creía en él, sabía que hablaba enserio. Lo mire fijamente a los ojos.

- sabes que yo tambien te amo y también sabes que estos últimos 10 meses de mi vida han sido mejores gracias a ti. Aunque en mi casa todo sea un caos, tú cambias mi mundo. Tornas mi tristeza en felicidad- él sonrió. Y lo era, realmente él era mi felicidad.

Conoci a Dylan en el cuarto grado, siempre fuimos amigos; cuando vine por primera vez al instituto, él se encargó personalmente de ponerme al corriente en todo. Hice otros amigos, pero siempre él estuvo conmigo, al inicio me daba vergüenza contarle cómo y con quien vivía, tenía vergüenza de contarle lo triste y humillante que era mi vida. Pero luego entendí que él me quería de verdad y era yo la que no estaba aprovechando esa amistad. Tiempo después se consiguió una novia, pero las cosas no cambiaron entre nosotros; jamas hicimos nada, siempre nos tratábamos como lo que éramos; verdaderos amigos. Hasta que luego su novia se harto y lo dejo. Me sentí culpable por eso, daba que yo era la causante de lo que había sucedido. Pasaron muchos meses para que ambos comprendieramos que lo que pasaba realmente entre nosotros era amor; no de amigos, si no de algo más. No me había juzgado por como vivía, como yo me temía cuando le conte todo de mí. En cambio, sentí que eso fortaleció mas nuestra amistad.