Alemania (parte 1)

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Disclaimer: el personaje de Alemania no me pertenece sino a Hima-Papa, la lectora se pertenece así misma y la historia es mia~

-¿Te encuentras bien?- la voz de un chico te llamo la atención, pero no decidiste voltear a verlo pues estabas tan ocupada llorando -bueno, pequeña gatita yo te adoptare- pronto sentiste como trataba de jalar la caja con él, alzaste tu mirada para ver de quien se trataba, un par de ojos color cielo se encontraron en tu radio de visión, acompañados de un sonrojo que de seguro fue por la frase que utilizo, rubio dorado que se encontraba peinado hacia atrás casi perfectamente debido a la humedad quien lo iba a arruinando poco a poco –te puedes enfermar si te quedas aquí- extendió su mano libre esperando que la tomaras.

Lo miraste detenidamente pensando si confiar en él, pero como no tenías a donde ir tomaste su mano algo nerviosa y te levantaste con su ayuda; su otra mano sostenía un paraguas y lo puso sobre ti de manera para cubrirte de la lluvia. Así emprendieron el viaje tranquilamente, en esos momentos deberías estar preocupándote por el hecho de estar yéndote con un desconocido pero la tristeza en tu corazón no te dejaba pensar con claridad por lo que ya no te importaba si te pasaba algo.

-ya llegamos- comento el hombre mientras abría la puerta de su casa, aun seguías en silencio, después de pasar a su casa empezaste a sentir la calidez del lugar; no te habías dado cuenta del frio que pasabas hasta que sentiste el calor –adelante lo mejor será que tomes un baño para que no te resfríes- cerro el paraguas y lo dejo a un lado escurriendo mientras se limpiaba los pies en su tapate para no ensuciar su piso; lo imitaste y limpiaste tus zapatos pues no querías manchar tampoco.

-gracias- musitaste por lo bajo así que no pudo escucharte y te reprochaste mentalmente, el empezó a caminar y miro hacia ti para ver si lo seguías; te abrazaste a ti misma y lo seguiste lentamente hasta llegar al baño, se hizo a un lado para dejarte pasar y te dio una toalla.

-en un momento te traeré ropa para que puedas estar más cómoda- cerro la puerta dejándote en aquel baño, admiraste aquel cuarto sus paredes eran de tonalidad perla y era bastante grande incluía una tina blanca, te quitaste la ropa y entraste a la ducha abriendo el grifo y regulando la temperatura a tu gusto.

Sentiste como la puerta era abierta pero no podías ver quien era pues la cortina tapa tu visión como la del visitante, sin mucha demora se escuchó como se cerraba la puerta de nuevo, seguramente era el rubio que te salvo tal vez solo entro para dejarte la ropa.

Terminado el baño, te secaste y te pusiste la ropa que dejo. Era enorme obviamente sabias que le pertenecía a él eso te dejo en claro una cosa que no era casado y claramente no tendría ropa femenina, te pusiste el short de una tela gruesa el cual te llegaba por debajo de las rodilla y tenía un cordón con el cual lo ajustaste para que no se te callera; también te vestiste con la gran camisa la cual te llegaba por la mitad de los muslos. Las prendas eran bastante suaves al tacto y olían muy bien reconfortándote, era bastante incomodo el hecho de no tener ropa interior el cual ponerte por lo que te sentías algo penosa.

Saliste del baño después de haber secado tu cabello en búsqueda de tu salvador, llegaste a lo que era una sala con varios muebles color caoba que contrastaban muy bien con el lugar.

-ten esto te ayudara a entrar en calor- diste un pequeño brinco al escuchar la voz detrás de ti y te giraste para verlo –lo siento no era mi intención asustarte- su voz se escuchaba nervioso pero solo negaste con la cabeza y tomaste la taza.

-gracias- oliste el contenido de la taza dándote cuenta de que era chocolate caliente, sonreíste y bebiste el líquido más tranquila.

-de nada...- hizo una pequeña pausa –soy Ludwig Beilschmidt ¿Y tú eres?-.

-soy (T/N) (T/A)-.

-bueno (T/N) si no te parece mal te gustaría quedarte a pasar la noche- lo miraste directamente a los ojos –bueno la lluvia no parara y ya es muy tarde- se sonrojo eso te pareció tierno pues un hombre tan alto y fuerte como el ¿Cómo podría sonrojarse?

-gracias por dejarme pasar la noche- realmente lo agradecías pues ni siquiera tenías donde pasar la noche y no querías preocupar a tus amigas en estos momentos. Vaya tal vez la suerte te empiece a sonreír ahora ¿No crees?

Hola de nuevo~

Yo aquí apareciendo al fin con una actualización~

Espero que les guste :3

Se despide Sora~ 

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