Muchos acontecimientos le suceden a la lectora, que ha quedado en la calle, en un día lluvioso, pero el destino le tenia algo preparado, nunca iba pensar que realmente iba funcionar ese letrero de "por favor adóptame" porque un chico llego a hacerlo...
-¿Te encuentras bien?- la voz de un chico te llamo la atención, pero no decidiste voltear a verlo pues estabas tan ocupada llorando -bueno, pequeña gatita yo te adoptare- pronto sentiste como trataba de jalar la caja con él, alzaste tu mirada para ver de quien se trataba, un par de orbes zafiros conectaron con los tuyos, te habías perdido en aquella mirada que no notaste como alzaba la caja contigo –no te preocupes el hero te salvara, HAHAHA- a pesar de ser su risa tan estruendosa no te molesto.
Sin previo aviso empezó a correr contigo en brazos, tu mente no reaccionaba muy bien ya que estabas siendo secuestrada pero que importa si nadie se daría cuenta de que te raptaban.
Tras unos minutos de ser llevada por aquel rubio llegaron hasta una casa, sentiste la calidez de ella debido a que estabas helada por la lluvia, te abrazaste a ti misma y con algo de miedo miraste al joven quien tenía una sonrisa en sus labios. En ese momento te pareció ver un héroe pero todavía no querías confiar totalmente en él.
Te dejo en el suelo junto con la caja y extendió la mano hacia ti para ayudarte a levantarte, miraste su mano un momento dudosa pero al final tomaste su mano y con su ayuda te levantaste.
-estas helada, toma un baño para que tu calor corporal regrese- sin soltar su mano te llevo hasta una habitación, no pusiste atención en el lugar hasta que llegaron, tenía paredes de un tono color crema y los muebles eran blancos combinando con las sabanas de la cama color naranja suave junto con algunos patrones en esta que se te hicieron lindas –puedes usar este cuarto de mientas, el baño está ahí- señalo una puerta café que estaba a un lado de la habitación –te traeré algo de ropa- tras decir eso desapareció el chico de nuevo y caminaste hacia el baño y entraste en él.
Blanco con diseños delicados y algo excéntricos, tenía una tina enorme que podrían caber hasta 3 personas, lo miraste detenidamente y sabiendo que no había peligro te desvestiste y diste un baño caliente lo más rápido que podías; querías estar alerta por si las dudas, pero al final el agua termino relajándote y tardaste un poco más.
-hey- tras un toque en la puerta saltaste un poco y observaste la puerta la cual seguía cerrada –deje la ropa en la cama y hay unas toallas colgadas- suspiraste aliviada de que no había entrado.
Tras una estruendosa risa que se iba apagando poco a poco ya que el chico se iba alejando, terminaste tu baño y te secaste para después salir y mirar en la cama una camisa gris enorme para tu compleción y un pants del mismo tono con elástico para que no se te caiga pero te quedaría largo.
Te vestiste y acomodaste la ropa para no tropezarte mientras caminas y tras secar tu cabello saliste en búsqueda del rubio.
Una risa te dio a entender que estaba en aquella habitación la cual era la cocina, tus orbes (C/O) chocaron con los suyos azules.
-¿Ya estas mejor?- asentiste tímida y te acercaste a él.
-g-gracias- lo miraste con una sonrisa sincera.
-no hay de que- te regalo una sonrisa –es el deber de un héroe salvar una persona- sonreíste más sincera y segura –por cierto ¿Cuál es tu nombre?-.
-soy (T/N), un placer- estiraste tu mano esperando el apretón.
-un placer (T/N), soy Alfred Jones- te dio un apretón de manos algo fuerte por lo que sacudiste tu mano levemente –no sé qué te ha sucedido pero puedes quedarte la noche si quieres-.
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