"Querido Luca.
Me enamoré de ti y lamentablemente ya no hay marcha atrás.
Mi piel no quiere sentir otra piel que no sea esa con la que tan bien se lleva. Mis ojos no quieren descubrir otros ojos porque saben que su vida se encuentra en esos color mi...
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"Querido Luca.
¿Recuerdas aquella tarde hace 6 años cuando nuestras miradas se cruzaron por primera vez?
Tus ojos me veían de una manera expectante pero a la vez tímidos.
Me sentí nerviosa ante tu mirada y mis manos comenzaron a sudar.
Te diste cuenta de mis nervios y me dedicaste una sonrisa tierna.
Bajé la mirada y jugué con la pulsera que tenía en mi mano derecha.
Las personas a nuestro alrededor seguían su curso, seguían platicando de las cosas más insignificantes y asombrosas del mundo y sin embargo; para nosotros no existía nadie más en aquel momento.
Sólo eran tus ojos y los míos sin querer ver nada más que nuestras almas, deseosos de conocernos más y más cada segundo que pasaba.
El transporte se detuvo y el conductor anunció la parada.
Tú volteaste a la ventana y notaste que ya habías llegado a tu destino.
Nuestras miradas se cruzaron una vez más y volviste a sonreír, esta vez con un poco de tristeza.
Te abriste paso hacia la salida y fue allí cuando te perdiste de mis ojos.
Creí que esa sería la última vez que te vería sin saber lo equivocada que estaba y lo feliz que sería luego de darme cuenta de ello."
