"Querido Luca.
¿Recuerdas lo que pasó cuando estuviste esa tarde en mi departamento?
Tras varias galletas, una muy dulce taza de té y una larga conversación sobre lo que nos gustaba y lo que no, el sofá de mi sala de estar se sentía el lugar más cálido del universo con tu presencia. El que estuvieses sentado a mi lado en mi departamento, a pesar de que sólo tenía casi cuatro meses allí, rápidamente lo hacían sentir mi hogar. No puedo explicar si era tu aura o esa bella sonrisa, pero cada momento en el que estaba contigo me llenaba de una paz absoluta.
Sonreíste y dejaste al lado tu bebida caliente.
Yo, sin embargo, tomé otro sorbo de té verde y seguí admirando tu hermosa sonrisa.
Me miraste y alargaste tu mano para tomar la mía y entrelazarla.
Sonreí ante aquella acción. Por alguna razón, amaba que tomaras mi mano, se sentía como si esta hubiese sido hecha especialmente para que algún día tomase la mía.
Encajaban tan perfectamente que estaba segura de no querer tomar otra mano más que la tuya por el resto de mis días.
"¿Gianna?" Preguntaste sacándome de mis pensamientos.
"¿Si?" Respondí tan rápido como pude y tú me dedicaste otra de esas sonrisas que tanto me encantaban.
"¿Quieres ir a cenar conmigo mañana?" pude notar como al hacer esa pregunta, tus mejillas se sonrojaban casi tan rápido como las mías.
"Por supuesto" Respondí mirándote fijamente.
Te acercaste a mí y dejaste que acostase mi cabeza en tu hombro.
Y así fue como transcurrió el resto de la tarde, tú y yo, sentados en aquel sofá, tomados de la mano, disfrutando de nuestra compañía y toda la calma que solo nosotros podíamos brindarnos.
— Gianna.
N/a: Esta novela está participando en los PremiosGemasPerdidas
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Memorias de una chica enamorada
Romance"Querido Luca. Me enamoré de ti y lamentablemente ya no hay marcha atrás. Mi piel no quiere sentir otra piel que no sea esa con la que tan bien se lleva. Mis ojos no quieren descubrir otros ojos porque saben que su vida se encuentra en esos color mi...