"Estarás bien."
Ange,
era el compañero,
el mejor amigo,
el confidente de
Sherilyn.
Ange ha muerto.
Una historia sobre el duelo de la p é r d i d a de un ser querido.
Portada por @MayTijssen.
Playlist de la historia: https://open.spotify.com/u...
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Quería dejar de sentir.
Supongo que cuando fui al bar lo hice por lo que todos aseguran; que te hace olvidar, el alcohol.
Creo que quería olvidarme de todo, del dolor, de todo sentimiento.
Pero... aunque sé (y no lo dejo de pensar) que Ange hubiera querido que siguiera con mi vida y fuera feliz, precisamente lo que pienso es que él ya no va a seguir con su vida, y no quiero ser feliz porque sólo me haría sentir culpable.
Me imagino su futuro (aquél que se le fue robado, y que invade mis pensamientos la mayoría del tiempo) y en mi mente aparece con una sonrisa y luz a su alrededor, siendo él mismo; en general, él literalmente amaba lo natural... lo brillante y lo vibrante. Amaba la naturaleza, lo verde. Por eso no le gustaba el invierno, y por eso las imágenes en mi mente aparecen con un ambiente más bien primaveral.
Pero no es primavera. Es invierno y hace frío y me siento culpable de sentir el frío, como si ni siquiera fuera merecedora de algo que no disfruto porque él se merece tan siquiera eso y no lo puede tener más. Se siente como una traición hacia él.
Así que empiezo a llorar, incapaz de parar porque me siento como una sobreviviente traicionera, y porque lo extraño demasiado y tan siquiera quisiera compartir el invierno que tanto nos disgustó siempre (el invierno que lo mató) y tan siquiera...
Hay pocas personas en la cafetería, pero no quiero que se den cuenta, así que uso la taza de café para cubrirme mientras doy sorbos. Siento húmedas mis pestañas a la vez que contengo los sollozos para no ser escuchada, y miro la luz del sol sobre la nieve a través de la ventana. Me entristece el no volver a escuchar las quejas de Ange sobre cómo el invierno arruina la belleza de su estación favorita, pero la tristeza desaparece por un segundo cuando contengo la respiración al verlo, saludándome desde afuera, objeto de mi imaginación. Su imagen, rodeado de luz del sol y de color blanco, sonriendo característicamente de él, hasta que desaparece en un parpadeo.
