Primer Strike

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Llegaban al dormitorio luego de un día de duro ensayo. La diferencia hoy es que seis de ellos estaban muy animados, riendo a carcajadas por la nueva broma que le habían tendido al maknae, pero este no estaba nada feliz.

El menor entró hecho un demonio a su habitación y seguido de él, Mark y su mejor amigo Bam Bam. Reían, pero sabían que algo no andaba bien. Observaban al menor buscando en sus cosas, muy serio, como jamás lo habían visto. YuGyeom era destacado por reír y buscar el lado positivo de todo y por eso amaban tenderle bromas. Era un niño malvado, muchas veces un poco irrespetuoso con ellos, pero sin duda seguía siendo inocente y si algo destacaban en él era su alegría.

¡Ya! ¡Ríete Gyeomie!-habló el mayor, mirando el rostro de su maknae. Pero este no reía, cada vez se notaba más su furia y solo le dedicó un desprecio a su compañero de grupo. Este gesto hizo sentir a Mark despreciable y un leve dolor se coló en su pecho. Dejó de reír, ya no relucía aquellos blancos dientes. Miró a su otro maknae con un claro signo de interrogación en el rostro y el otro levantando sus hombros respondió. Ninguno de los dos sabía que sucedía ni lo que habían desatado en el menor.

Gyeom, háblanos. -Habló el de piel morena. Creía que con él sería diferente pues era su mejor amigo, entre ellos prácticamente no existía ningún secreto. Pero no fue así, el menor seguía haciendo gestos de desprecio e indiferencia. El rubio observó a su menor con un nudo en la garganta, no sabía porque le era tan amargo sentirse ignorado por ese pequeño gigante.

YuGyeom salió de la habitación con una toalla rumbo al baño, sin decir ninguna palabra. Ambos acompañantes salieron tras él, quedándose a mitad de camino en el living en donde se encontraban el resto del grupo, aun riendo por la pesada broma. Callaron cuando vieron al más alto pasar, seguido del rostro de los dos que hacían aparición tras él.

¿Qué sucede? -Preguntó el líder- el rubio negó preocupado.

YuGyeom está muy molesto, no nos habla, nos mira con odio. Algo no está bien. -Habló el mayor, tragando saliva. Todos dejaron de reír, si era muy extraño saber que el menor no se lo había tomado como siempre. Si bien siempre le sacaban lágrimas y algunos gritos, no reaccionaba de esa manera nunca.

Todos tomaron asiento entre murmullos y algo incómodos, amaban a su maknae y aunque fuera víctima de las constantes bromas y burlas, siempre lo cuidaban como si fuese de cristal. Se preocupaban de lo más mínimo y esta vez sabían que habían cometido un error.

Quizá no debimos tocar el tema de su cuerpo... -El musculoso, salvaje y sexy del grupo, habló serio.

Pero él está acostumbrado a nuestras bromas hacia su tamaño, porque es gigante... -habló Young Jae, para luego soltar un suspiro.

Sí, pero no a que lo molestemos por su peso o su volumen corporal. -Finalmente selló ya molesto el rubio, esta situación realmente le estaba molestando porque si algo le dolía era lastimar a su maknae.

Todos hicieron silencio cuando vieron al protagonista de la conversación salir del baño. Pasó por frente de ellos, rumbo hasta su habitación.

Kim YuGyeom -lo llamó el líder en un grito. Todos estaban expectantes ya que esperaban que el menor obedeciera, sin embargo continuó su camino ignorando a todos los presentes. Esto causó una reacción de inmediata del rubio, quien fue apresurado tras el menor entrando a la habitación junto a él y dejando a sus compañeros en un mar de murmullos nuevamente.

Gyeomie~ ¿Qué sucede? -intervino una vez dentro de aquel dormitorio, se interpuso en el camino del menor quien buscaba su pijama entre sus ropas. Ganándose frente a él sin oportunidad de que el otro le desviara, tomó su rostro y lo miró directamente a los ojos. -Conmigo no te comportes así. Me duele.

Todo llega a su tiempo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora