Sorpresa 3/3

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Llegamos al instituto y como era el primer día de Anne nos ofrecimos a acompañarle para traer sus horarios y ver cuál era su primera clase.

Para mi suerte- y no tanta a la vez- la primera materia la compartía conmigo así que fuimos al salón después de despedirnos de Ari que se fue con cara de perrito porque no nos quería dejar.

Llegamos al salón y decidimos elegir un lugar que este al fondo para poder hablar sin que el profesor tenga que llamarnos la atención. En el momento que sonó la campana, el famoso profesor Rojas ingresó a la clase y detrás de él, el famoso Derek Smith quien me dedicó una mirada y fue a sentarse junto a Megan quien no paraba de tocar su cabello y de darle besos- Dios! Como puede ser así, a veces hasta ella rompe su propio récord- en fin, decidí poner atención a la clase junto con una muy tensionada Anne, quien sabe porqué.

Llegó el receso y yo estaba feliz de poder ir a descansar unos momentos para después continuar.

Fuimos al comedor y nos encontramos con Ari quien nos contó que salió antes entonces ya nos compró algo para comer.

Las clases luego de eso fueron súper aburridas al igual que todo el resto de la semana.

Estaba saliendo del instituto cuando, decidí irme sola a mi casa, necesitaba pensar un momento y creo que esto me iba a hacer bien.

Era sinceramente una hermosa tarde de viernes y el sol estaba más radiante que nunca, caminando escuché unos ruidos extraños que provenían de debajo de un árbol, al acercarme me di cuenta de que eran seis hermosos cachorritos que no tenían siquiera un mes.

Levanté la caja que decía lleve cualquiera, y tome el rumbo a mi casa de nuevo, todavía no sabía cómo iba a hacer con estos bebés pero algo se me ocurriría porque no pensaba dejarlos a su suerte.

Camino a mi casa me di cuenta que necesitaría un lugar donde dejarlos, entonces se me ocurrió, que en mi edificio hay un sótano donde hay cosas viejas que nunca se abre, podría aprovechar y esconderlos ahí mientras que conseguía comida para ellos.

Como se notaba que apenas tenían un mes de vida, se me ocurrió pedirle a Ari que me traiga un cartón de leche y a Anne que me traiga unas mantas, para que estén abrigados, mientras les buscaba un hogar a todos ellos.

Una vez que llegue frente al edificio me di cuenta que sería la parte más difícil ya que contaba con un guardia de seguridad, pero era mi amigo así que no creía tener problemas... O al menos eso esperaba...

Sin que pareciera sospechoso entré a mi edifico, saludando como siempre a Don Emilio -así se llamaba- que por gracias al Espíritu Santo, no me hizo preguntas sobre la caja que sostenía en mis brazos.

Llegué al sótano, mientras esperaba a las chicas me puse a ordenar todos los sofás viejos, diarios y cosas que ya no se iban a utilizar jamás, poniéndolos en una bolsa negra que encontré.

Por suerte estos perritos tenían un muy buen carácter y estaban dormidos sin hacer ningún ruido que levante sospechas.

Minutos después las chicas ya llegaron y empezamos a preparar lo que sería la nueva casa de los perritos, inclusive Ari le contó a su mamá lo que íbamos a hacer y ella como es un pan de Dios, le dio dinero con el que compre seis platos para poner la leche y puedan tomar de ahí los pequeños.

Anne mientras estaba preparando la ca para los perritos una vez que le saquemos de la caja.

Cuando todo estuvo listo y los perritos estaban durmiendo sentimos un profundo alivio, porque fue una guerra para evitar que derramasen la leche por cualquier parte. Cuando terminamos eran las siete de la tarde entonces decidimos subir a mi casa y ver algunas películas mientras esperábamos que llegue Colton para llevarla a su casa, bueno a ella y a Ari.

Como siempre entablar una conversación con él era difícil, todo se basaba en un hola, qué tal?, bien entonces lo dejaba por la paz.

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