Capítulo 5

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-¿Vas a bajar de una maldita vez?

Eli se impacientaba desde el piso de abajo mientras yo me vestía para ir a dar una vuelta por el centro.

-Que ya estoy, pesada. Venga, vámonos.

Andamos como dos horas antes de encontrar un sitio decente en el que sentarnos y charlar. Mientras yo me fumaba un cigarrillo, Eli me miraba como si la tuviese que decir algo.

-¿Por qué me miras tanto?

-Creo que tú me tienes que contar algo que sucedió ayer. Concretamente anoche.

-¿Cómo lo sabes?

-No lo sé pero quería que lo dijeses. Está bien, si no me quieres contestar, ¿qué tal con Darío?

-Ya sabes cómo es.
-O sea, mal.

-No digas bobadas. Le quiero.

-Siempre dices eso.-Eli puso los ojos en blanco.

-Porque es verdad.

-Will me preguntó cómo era tu relación.

Me levanté de un salto que casi tiro la silla y la miré.

-¿Qué le dijiste?

-Las palabras textuales fueron: pareja de 80 años, monotonía, y nada de acción (ya sabes).

-¿Se puede saber por qué dijiste eso?

-Necesitas emociones fuerte en tu vida, Deb. Y Darío no te las va a dar. Es más parado que una lechuga. Le quiero y es mi amigo, pero sé que no eres feliz. Y ahora, ¿qué pasó anoche?

Empecé a contarle todo, desde la heladería, hasta la visita de Darío y cómo Will se presentó en mi casa borracho a las cuatro de la madrugada y que dormimos abrazados.

-Bueno... Y me dijo que yo le gustaba. No sé.

Noté la sangre correr por mis mejillas. Yo nunca me sonrojaba.

-Lánzate. Dile que también te gusta. Sé que te gusta.

Demetria, siento lo de anoche.

-¿Es él?-preguntó Eli subiendo la cabeza para intentar ver mi conversación.

No tienes nada que sentir.

-Sí, es Will. Me pide disculpas por lo de anoche.

¿En serio? Te veía muy lanzado con esa chica ayer en el coche.

-¡Qué mono!-exclamó Eli de repente.

No te pongas celosa, Hemera. Sólo tengo ojos para una chica.

¿Por qué me llamas Hemera?

Algún día te lo explicaré.

Por favor, me muero por saberlo.

Tiempo al tiempo, Hemera... Tiem

Es lo único que me dio tiempo a leer antes de que alguien me quitara el móvil. Darío.

Ella sabe muchas cosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora