Capítulo 35

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Me dirijo al hospital general donde se encuentra Hazel, no quiero verla después de haberme engañado con su fachada de niña buena, odio que lo haya logrado, engañarme, y eso las pagará muy caro.
Al llegar al hospital, en la entrada de su habitación hay dos policías en la puerta, entró a la habitación y miró a Hazel hablando con un doctor, el doctor me saluda, solo quedo viendo su mano extendida negandome a tomarla, miro a Hazel, al verla no puedo evitar sentir coraje por todo lo que causó, el doctor se despide de Hazel y obviamente de mi no, sale de la habitación finalmente dejándome con la madre de mi hijo.

- que haces aquí? -me dice Hazel con lágrimas en los ojos.

- solo quiero saber como esta mi hijo - le digo sin importancia.

- Elliot - dice frunciendo el ceño agachado su cabeza, como si le doliera mi presencia.

- no me hagas sufrir más, no sabes cuanto te amo... y sé que no te importó, así que no hagas esto mas difícil... saldré de la cárcel y cuidaré a mi hijo sola... - dice tratando de limpiar sus lágrimas.

- Hazel... casi acabas con Emily, no te conocí así.

Ella ríe de una manera cruel - lo único que te importa es la inmadura de Emily... - me queda viendo con una cara que me demuestra odio - no he acabado con ella - me dice.

Me acerco a ella furioso tomandola de los brazos, ella no cambia su postura, me enfrenta con su mirada

- porque la odias tanto?, ella no te ha hecho nada... - le digo furioso.

- nada? - dice admirada, con ironía dice y ríe de nuevo negando con su cabeza. - la mataré y no quedará ni un rastro de ella, porque a pesar de sufrir estos años, también he aprendido de ti.

- no te acerques a ella, porque está vez no será igual. - salgo de la habitación molesto, azotado aquella puerta oyendo los gritos de Hazel molesta, gritando con fuerza que la matara.

A pesar de todo lo que le está sucediendo a Hazel, sigue con el rencor.
Tengo que proteger a Emily, al parecer Hazel es capaz de todo.

Por lo que escuche saldrá de la cárcel, los padres obviamente la sacarán.
Así que si no paga con la cárcel, pagará con Muchas otras cosas.

Regreso a casa, pero antes que nada, paso por el edificio de Emily.
La miró salir siempre elegante, sonriendole a todo el mundo.
Abren la puerta de su coche ella agradece, y se va seguida de sus guardespaldas.

Owen avisa que se dirigen a la residencial Reynolds.
Sigo mi camino hacia mi casa.

Al llegar entro a mi despacho, me siento en el sofá, miro la carta de Emily, esta en la mesa de centro.
La tomo y la miró, como todos los días, todavía siento dolor al leerla, al leer la carta recuerdo esa bella sonrisa que yo provocaba, yo fui su primera relación, ¿como me pudo olvidar?, soy parte de su vida.
La extraño, quiero estar con ella, pero soy un extraño por ahora.

Emily ha sido la única mujer que me ha hecho sufrir, con una simple mirada, con una simple palabra. Es la única mujer que quiero en mi vida, esto cada vez me desespera más, el querer estar con ella y no poder, el querer besarla, acariciarla, hacerla mía.

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Son las 6 de la noche, espero a Emily afuera de su edificio.
Miro que se acercan dos hombres de seguridad de ella, se paran a cada orilla de la entrada del edificio y sale Emily hablando por teléfono, al parecer no suelta ese teléfono, con quien hablará tanto? Esto no me esta gustando.

Sale con dos hombres más, atrás de ella, entre ellos Owen me hace una seña y Emily me mira.
Me sonríe, se despide y cuelga su teléfono.

- muy puntual señor McColl - mira su fino reloj.

- no hay que hacer esperar a una reina - le coqueteo.

Ella sonríe y se coloca su cabello detrás de su oreja.
- nos vamos - le abro la puerta de copiloto de mi coche.

Doy la orden que mis hombres nos cuidarán, Owen se queda ya que es el
guardespalda de más alta confianza de Emily.

Nos dirigimos al mejor restaurante de la ciudad, he pedido que nos reserven la terraza del restauran para los dos. Así puedo estar a solas con ella.

Espero le guste, primera vez que me siento extraño con Emily.
Ella va en su celular, pero noto que esta nerviosa.
Por la manera en que escribe muy rápido, por la forma en que respira y porque sus mejillas están coloradas.

Al llegar al restaurante, me bajo y le ayudo a bajar. Todas las miradas son para ella, la mirada de grupos de hombres de alta sociedad esta centrada en la mujer que camina a un costado de mi, mientras ella ignora todo, aunque sabe que la atención es para ella.

El mesero nos dirige a la mesa que reserve.
Un lugar sólo para nosotros dos, que tiene vista a la ciudad, la brisa mueve su negro cabello pero ella lo disfruta.

Dos copas de vino están en la mesa, Emily le sonríe al mesero que le ofrece la silla, ella se sienta y la acompañó.

- y... - dice - porque tienes esas marcas? - conversa mientras mira la carta.

- es muy directa señorita Reynolds - le sonrió. - y respondiendo a su pregunta, tuve una dura adolescencia por decirlo así...

- Mmm un niño rebelde - se burla - dígame a que se dedica..

La miró a los ojos, ella se acomoda en su asiento cruzando sus piernas, espera mi respuesta, pero no puedo mentirle de nuevo, no comenzar con algo que después me separe de ella. Pero quiero que se vuelva a enamorar de mi.

La quiero conmigo, no la quiero con otro, no quiero que se vuelva a enamorar de otro como lo hizo con Jacob. Ella no se merece más mentiras, pero por un instante quiero que ella encuentre en mi todo lo que ha buscado en un hombre.

- bien pues...

Siempre Tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora