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Magnus quería otro hijo.
Alec se resistía y negaba los primeros años pero al cabo de un tiempo, cedió. El cazador de sombras decidió consultarlo con la familia completa, es decir, sus hijos Max y Rafe.
-¿Otro niño?-preguntó Max.
-Ya tengo bastante con Max-dijo Rafael.
-¡HEY!-exclamó Max y chispas saltaron de sus manos.
-Mentira hermanito.
-Soy mayor que tú, sopenco.
-Déjame sacar mi cuchillo serafín y te...
-¡CHICOS!-los interrumpió Alec-. Esto es serio. Y nada de peleas en casa, ya lo saben.
-Pero papá...-comenzó Max.
Magnus colocó una mano rápidamente sobre la mano de su hijo.
-Lo que queríamos decirles es que pensabamos que esta vez fuera una niña-dijo Magnus, evitando la mirada inquisitiva de Alexander.
-A la tía Izzy le encantaría-pensó Rafe en voz alta-. Y sería... divertido tener una hermana.
-La abuela se moriría-dijo Max con una sonrisa-. Me parece una buena idea. Una hermana, genial.
Y una hermana tuvieron. Lo difícil fue decidir si sería como Max o Rafe, es decir, con sangre del Ángel o una maga. Su corazón les dijo que sería una cazadora de sosmbras, fuerte como toda su familia.
Para cuando Isabelle cumplió los dieciseis años, era una mezcla entre sus tías Clary e Izzy. Esa noche, saldría a una fiesta en el PANDEMONIUM con sus hermanos y amigos.
-ISABELLE BAJA YA-gritó Rafael desde el primer piso del loft.
-YA VOY-le respondió ella.
-Mujeres-murmuraron los hermanos Lightwood-Bane.
-La tía Izzy me prestó este vestido-hablaba Isabelle mientras bajaba a la sala-. Dice ue este estilo siempre está de mod...
-¡NO VAS A DEJAR LA CASA VESTIDA ASÍ!-anunció Alec Lightwood al ver a su única hija con un vestido corto como los de su hermana y más pegado de lo que le gustaría admitir. Mostraba demasiado, aunque su hermana diría que mostraba 'lo justo'.
Isabelle le dedicó una mirada asesina a su padre y luego una que imploraba permiso a Magnus Bane.
-¡CLARO QUE NO! ¡NO TE MUEVAS NI UN CENTÍMETRO!- dijo Magnus.
-Pero...
Magnus fue a su habitación y cogió lo que su hija necesitaba claramente. No dejaría que una hija suya saliera a una fiesta así. ¡Tenía que mantener una reputación!
Volvió con el resto de su familia y le tiró la escarcha y brillos necesarios a su hija Isabelle, acomodándolos para que quedaran estéticos.
-Ahora sí, puedes irte.
Alec le dedicó una mirada de enojo que sus tres hijos habían heredado. Magnus los acompañó hacia la puerta, pero antes de que se fueran sus hijos, les susurró para ue Alexander no escuchara.
-Háganme orgullosos-dijo y les guiñó un ojo. Vio a sus hijos irse. Cerró la puerrta del loft. Un Alec enojado y cruzado de brazos lo esperaba.
