[Libro #1 de la trilogía "ʜᴏʟʏ ɢʀᴀᴄᴇ"]
Grace está destinada a estar con él.
Dean está destinado a estar con ella.
No obstante, ninguno sospecha en lo más mínimo que los hilos del destino y sus vidas son manejados por fuerzas superiores a...
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Lawrence, Kansas. 10 de Agosto de 1984.
La comunidad de Lawrence, Kansas estaba en shock, alarmada, pero sobre todo indignada con la atrocidad que Rachel Carter había cometido. Nadie podía concebir la idea de que una madre fuese capaz cometer algo tan atroz como lo era el quitarse la vida justo frente a su pequeña e inocente hija de cinco años, dejándola completamente sola en el mundo. O al menos eso es lo que creían todos aquellos que no trabajaban en o con la policía local.
Curiosamente, aunque los vecinos aseguraban que los Carter no tenían familiares que pudieran hacerse cargo de la pequeña, la policía había encontrado una nota escrita por la mismísima Rachel en donde, muy lejos de explicar por qué tomó la dura decisión de abandonar a su única hija, les dejó instrucciones de a quién debían llamar para que se hiciera cargo de la niña.
Colin Carter no solía atender el teléfono, pues siempre estaba demasiado ocupado con su caótico trabajo o recuperándose de las heridas adquiridas en este mismo. Sin embargo, por alguna razón y a pesar de que tenía que terminar de suturar la herida en el costado de su abdomen, decidió levantar el auricular cuando el teléfono timbró.
Tenía poco más de una década sin ver o saber nada de su hermano menor, Charles, y no era de extrañarse pues la última vez que estuvieron frente a frente terminaron moliéndose a golpes antes de tomar caminos separados. Ambos tenían ideas y opiniones diferentes acerca de prácticamente todo, pero esas diferencias estaban muchísimo más marcadas cuando se trataba del negocio familiar. Ya que mientras Colin quería continuar con el legado de su padre, el cual había sido pasado de generación en generación por al menos cien años, Charles quería tener una vida normal.
Aún así, después de no dedicarle siquiera un solo pensamiento a su hermano menor en todos esos años a causa del coraje que vivía latente en las profundidades de su ser, cuando el sheriff le explicó que había muerto seis meses atrás en un accidente aéreo y tras el suicidio de su madre ahora su hija había quedado completamente huérfana, Colin no dudó ni por un segundo en conducir hasta Lawrence para firmar los papeles de la tutoría.
