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El día estaba soleado, la brisa se paseaba de vez en cuando por las calles, se podría decir que era un día relajado.

—Jace levántate—entro gritando mi hermano menor a mi cuarto, tome el cubrecama y cubrí mi rostro, sentí como el pequeño monstruo de 8 años de edad se subía sobre la cama—vamos hermano, despierta—y repentinamente comenzó a saltar sobre mí ya no adormilado cuerpo.

—Mati—dije medio ahogado por sus saltos—si no sales de la habitación te contagiaré de O dios aquí viene—dije fingiendo, haciéndome pasar por enfermo—querido hermanito Corre—alce la mano como si estuviera desesperado y luego me hice el muerto.

—Jace Jace—comenzó a punzarme con uno de sus pies y dio un respingón cuando yo me moví y como resorte quede sentado

— ¿Jace?— pregunto y ahí fue cuando alcé la vista con los ojos en blanco y el mando un grito— ¡no tienes ojos!—salió corriendo de mi cuarto.

La casa se llenó de mis carcajadas, me levanté y fui hacia la cocina donde mi madre me reprocho por aquella broma matutina—discúlpate con tu hermano—dijo sirviéndome el desayuno, el cual devore de inmediato, luego de eso me fui a la sala donde Mati se encontraba viendo televisión, me le acerque y él me hizo un desprecio, cosa que me provoco risa.

—Tonto—musito molesto, me senté a su lado en la alfombra y le revolví el cabello—te compensaré pequeñajo—dije atrayendo su atención y sacándole una buena sonrisa.

—con que me compensaras—

— ¿Quieres algo en especial? —

—sí, ese peluche que estaba en la juguetería del centro comercial—ver a mi hermano tan emocionado, me daba fuerzas para seguir bien ese día, le dedique una sonrisa y me levante sin antes desordenarle el cabello, Salí en dirección al baño, entre y me duche

Tome un taxi y pague dando mi destino—el centro comercial norte, por favor—me recosté apoyando las piernas en el respaldo del asiento del copiloto y mire el camino.

Pero mientras más avanzaba el auto recordaba a mi hermana y sin darme cuenta el auto se detuvo, baje y entre al chiquero (centro comercial).

El lugar estaba repleto de gente, todos hablaban al mismo tiempo, provocando un gran mormullo combinado e irritante.

Me dediqué a buscar la juguetería, había tantas que no recordaba donde encontrar aquel peluche, finalmente al encontrarle me dispuse para entrar, pero un pequeño temblor me detuvo e hizo que perdiera el equilibrio.

Vi como las escaleras eléctricas se detuvieron de golpe y el lugar volvió a temblar, de repente un gran ruido y el edificio desmoronándose ante mis ojos, el humo, el sonido, los gritos y el gas, todo se fue a blanco de un momento a otro

La Primera Vez...(chicoXchico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora