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      —Y bien, ¿qué quieres hacer?—dijo Natt detrás de mí alertándome

      — ¿por qué viniste?—respondí con otra interrogante
     —porque tu madre me contrato como niñero—tal vez tena mala cara, ese tipo de cosas me molestaban

     —Dios no soy un niño, puedo cuidarme solo—solté sin importarme lo que Natt pensara—oye no—

    —Estaré en mi cuarto—le interrumpí y subí con cuidado las escaleras, entre a mi habitación cerrando la puerta a mi espalda.
Mi madre era demasiado sobre protectora, me recosté en la cama y tome el libro que se encontraba en mi velador, el chico de las estrellas ese era el título y comencé a leerlo, poco a poco comencé a pasar mis dedos sobre las palabras, la tinta era algo áspera y el papel suave una puntuación de seis perfecta, viendo con mis dedos las letras, en ese momento recordé la sonrisa de mi hermana cuando le enseñe a leer de esta misma forma.

Poco a poco las palabras del libro se iban combinando con mis recuerdos.

Los días lluviosos cuando mi melliza llamada Lía entraba a mi cuarto a escondidas.

Los días que íbamos a la biblioteca y le enseñaba a leer.

Y también los días en que ella recaía y pasaba internada en el hospital.

Entonces mis pensamientos se espumaron al sentir como la puerta era abierta y que se sentaban a mi lado.

     —¿estás bien?—pregunto Natt, mi cuarto se encontraba oscuro, de ese modo yo no podía distinguir su silueta—sí, solo estaba pensando—cerré el libro y lo deposité sobre el velador.

Trate de buscar a mi niñero, pero no podía verlo—donde estás—estaba sentado a mi lado, lo sabía, pero no tenía ganas de buscarle con la mano—aquí—dijo tomando mi mano y poniéndola en su rostro, sonreí.

Y sentía una pequeña molestia en el estómago—Natt perdón por ser tan majadero, siempre te fastidio—no sé por qué le dije aquello, sentí un gran alivio después de decirlo—también si quieres irte, no hay problema en eso, mi madre no se molestará si lo haces—

supuse en ese entonces que si él se iba podría olvidar ese sentimiento de lástima que yo sentía por mí.

      —Mi trabajo es cuidarte, así que me quedaré toda la noche aquí contigo—

por alguna razón sus palabras me dieron ganas de reír, cosa que hice por un par de minutos asta que pude calmarme

     —porque te ríes Jace—

—No por nada, es que malinterprete lo que dijiste—seguí riendo pausadamente, él solo se quedó callado, seguro suponiendo en la forma que yo pude haber malinterpretado sus palabras, después de un rato solo escuche un—idiota—de su parte y se recostó a mi lado, sin dejar de sostener mi mano, de esa forma nos quedamos una hora y media, despiertos, el silencio se mezclaba de una forma incómoda, pero relajante
     
       —Jace en que pensabas —pregunto de la nada Natt, yo me quede estático, nunca había hablado de mi hermana y mis padres nunca habían tocado el tema después de lo que sucedió, entonces trague fuerte—tenías la mirada perdida—agrego Natt.

      —Natt mi mirada se verá perdida por mucho tiempo—dije Con una risa algo fingida

sentí como se reclamaba así mismo por lo que había dicho—pero tal vez si estaba un poco más perdida de lo normal—agregue.

Él se sentó y apoyo su espalda en el respaldo de la marquesa—en verdad yo no pensaba, más bien estaba recordando Recordando a mi hermana, Lía era mi melliza—

    —Tenías una hermana melliza—exclamo sorprendido

—si, ella falleció—mi voz sonaba algo quebrada—ella nació ciega y yo siempre estuve a su lado, incluso aprendí a leer a través del tacto, me tomo un año, pero a ella solo le tomo un mes, tal vez era un buen profesor de braille—sonreí

me sentía quebrado—pero un mes después de haberle enseñado a leer ella murió, su corazón era débil por lo cual no soporto mucho más de diez años—

le conté absolutamente todo, las cosas felices que pase con Lía y los días en que su débil corazón no la dejaba salir del hospital, Natt solo me escucho y cuando termine de contarle esa parte de mi vida pensé que estaba dormido, pero él desordenó mi cabello

     —ya entiendo—su voz se oía triste—ya sé por qué eres tan molesto—

Eso me ofendió un poco, aun así, no quise decirle nada sino que me quede ahí recostado sintiendo como sus dedos jugueteaban con mi cabello y al final me quede dormido y no supe en qué momento sin saber en qué momento Natt se marchó

La Primera Vez...(chicoXchico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora