Capitulo 2

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"Hoy, en esa calle, en esa cuadra pude ver mi destino en tus ojos"


El sol de la mañana tocaba mi recamara, el brillo acariciaba mis parpados, me revolví en la cama para dar un bostezo acompañado con un estirón de cuerpo, me senté para darme cuenta de que nada de esto era un sueño, suspire de manera nostálgica y me moví al baño, lo primero que haría sería tomar una ducha, mi madre ya preparaba el desayuno así que no tarde en arreglarme para irnos de compras.

Después del baño mire mi móvil, ningún mensaje de Joe, quizá no podía responder, me dispuse a buscarme la ropa, camisa blanca muy limpia y una falda color beige, cepille mi cabello, me maquille y ya listo me puse mi ropa, me mire al espejo.

El llamado de mi madre para desayunar me saco de mi hipnosis de ego, me apure a tender la cama y baje rápido, me senté en la mesa tan veloz que casi me iba de lado de la silla, me acomode y mamá sirvió los huevos, se me hacía raro que la mujer que nos atendía no lo hiciera, mamá se percato de mi mirada extrañada a lo que respondió.

— Quise dejarla dormir, ya estaba ansiosa por que nos vayamos. — dijo emocionada y se sentó a desayunar.

Ya listas, subimos al auto, mi madre se dirigió a la entrada de la residencia, salimos, al ver que nos acercábamos a la zona de ayer mire fijamente mi teléfono hasta pasar el lugar, respire suave como si me faltara el aliento, mire de reojo al frente y ya estábamos en las avenidas de la ciudad, gracias a Dios, me recargue bien en mi asiento y mire con nostalgia mi teléfono, nada sobre Joe, así que decidí quizá llámalo más tarde.

Más adelante pude ver la calle llena de tiendas de ropa, bolsos, accesorios, zapatos, de todo, así que mi mamá se estaciono en una cuadra tranquila para dejar el auto ahí, bajamos y nos dispusimos a comenzar con el recorrido, yo claro estaba entusiasmada. Mirábamos vestidos, zapatos, bolsos, jeans, una y otra vez en cada tienda, run... run, pasaba la tarjeta de mi padre, vaya adicción a las compras, pero me lo merecía por soportar este drástico cambio de "habitad".

Después de un pesado día de compras decidimos detenernos en un café, pedimos nuestros vasos y esperamos, mi madre giro a la calle y señalo una tienda, para ser honesta solo se veía de una moda "vintage" poco de mi agrado asi que le dije que yo esperaba ahí. 

— Iré a ver en aquella tienda, si quieres irte al carro y esperarme está bien. — mi madre se entusiasmo, asentí, pago los cafés y tomo su vaso para cruzar la calle.

 Yo tome el mío y con trabajos tome las bolsas, salí del lugar, con una mano el café y con otra las bolsas amontonadas, más adelante me quede bobeando con una imagen de el famosísimo Elvis Presley, mire los demás posters, discos, era una tienda de discos CD s, discos de vinil.

No dude en entrar, miraba el lugar, de fondo una canción de rock alternativo, muy insoportable para mi gusto refinado, en realidad venía a buscar un poco de Pop, miraba las filas de discos, mire a mi alrededor, mire de reojo las escaleras que daban al otro piso de la tienda, bajaban personas que comprarían algo de "metal" seguro, cuando se fueron ya que escuche la campana de la puerta , me quede "sola", en silencio, tome el disco del artista pop del momento y me gire, en ese movimiento rápido me topé con el encargado que estaba en la otra parte acomodando y le tire café, di un pequeño grito y me apene al verlo salpicado de café.

— Lo siento, lo siento, que tonta. — busque la manera de limpiar mi desastre, lo mire apenada, levante la cara a él,  se sacudía un poco y reía con suavidad.

— Hey, no te preocupes, está bien, no he lavado esta camiseta así que no importa. — dio una sonrisa amable, hice una mueca al saber que su camiseta no había sido lavada, mire de nuevo su rostro y me quede en silencio.

Su piel pálida, que combinaba perfecto con su cabello negro peinado de lado , más bien dicho, despeinado, sus ojos verdes hazel que estaban adornados con un par de ojeras. Los 5 segundos más largos de mi vida hasta que vi moverse esos labios.

— ¿Vas a llevarte el disco? — señalo la caja del CD que tenía en mi mano.

Salí del hechizo y mire este, lo mire bien, tome aire y busque en mi bolso.

— No, no pero te pagare como si lo hubiera hecho ya que vine solo a causarte problemas. — reí nerviosa y saque mi cartera.

— Oh no no puedes hacer eso, puedo meterme en problemas jaja. — me miro de manera amable y suspire.

— Bien me lo llevare aunque no me atraiga mucho yo... — estiro su mano al otro estante y me dio un CD, lo tome y lo mire, abrí mucho los ojos al leer "Black Sabbath", lo mire intrigada.

— Si quieres que acepte el dinero entonces compra este disco, es muy bueno. —

— Está bien... -dije no tan segura pero me sentía culpable, le di el dinero y me fui de la tienda, mire atrás y él se despidió agitando la mano ligeramente.

Me fui al auto donde mi mama me esperaba, guarde el disco antes que lo mirara.

— ¿Dónde te has metido? — me ayudo a meter las bolsas a la cajuela y me subí al auto.

— Estaba en la tienda de discos, no había nada interesante. — di una sonrisa y me puse el cinturón de seguridad.

Tomamos el camino a casa, ya era tarde y nos esperaban para cenar, no dejaba de pensar en el disco, el disco... ese disco.

Después de la cena me subí a mi recamara, cepille mi cabello, mire las bolsas de las compras y comencé a guardar todo en su lugar, me tope al final con el disco... Black Sabbath ¿ah? , lo puse a reproducir en mi laptop, me recosté en la cama.

Yo escuchando metal, mis padres pensaban que el metal era para chicos sin remedio, chicos rebeldes y desobedecían a Dios, mis padres muy religiosos y pulcros.

Mi mente se inundó de pensamientos, el ritmo, mis amigos, mi colegio... ¿Quién se encargaría de todo? ... Joe ¿Por qué no me respondía los mensajes? Ni una sola llamada, Black Sabbath... el muchacho de ojos verdes ¿lo volvería a ver? Mejor no. Hice una mueca para luego sin pensarlo ni temerlo quedarme dormida.

If you have ghostsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora